Las 10 mascotas más fáciles de cuidar en casa

Los hámsters son una estupenda primera mascota para tus hijos. Estos peludos son fáciles de cuidar una vez que has preparado su hogar. Para tener un hámster feliz en casa, asegúrate de incluir un bebedero, un comedero y, por supuesto, una rueda para hámsters: ¡a los hámsters les encanta hacer ejercicio! En cuanto a la comida, se alimentan principalmente de comida en gránulos y verduras de hoja verde cada dos días

Tener un pez de agua dulce, como el pez Betta, puede ser mucho más fácil de mantener que un pez de agua salada. Debido a su naturaleza territorial, los peces Betta macho deben mantenerse individualmente en un galón de agua, junto con suficiente espacio dejado en la parte superior del tanque para que su Betta pueda respirar en la superficie. Para cuidar de su Betta, mantener una buena calidad del agua con cambios regulares le ayudará a prolongar su vida útil.

Otro favorito de los niños: las cobayas son animales sociales a los que les gusta la interacción diaria. Por eso, también se llevan bien con otras cobayas. Para cuidar a estos pequeños, no tendrás que preocuparte por el aseo. Les gusta mantenerse limpios y no suelen necesitar baños regulares. Asegúrese de tener todo lo básico: jaula, lecho, comida y agua.

Estas monadas son tiernas y tienen un pelaje supersuave. Si padeces alergias, las chinchillas pueden ser una buena opción, ya que su pelaje es hipoalergénico. El hábitat de una chinchilla incluye una jaula bien ventilada, ropa de cama, escondites, juguetes, comida y agua.

Aunque son sociables y les gusta estar con otras chinchillas, prefieren que no las cojan en brazos, por lo que no necesitan mucho mantenimiento. Sin embargo, necesitan comida especial para chinchillas y baños de polvo semanales para mantener limpio su pelaje.

Hay muchas especies diferentes de tortugas que varían en duración de vida, tamaño y cuidados diarios. Una de las más populares es la tortuga pintada, que puede llegar a medir entre 10 y 12 centímetros. Se pueden mantener en un terrario y alimentarlas varias veces a la semana, por lo que no tendrás que preocuparte de darles de comer a diario. El factor más importante para que prosperen es proporcionarles un entorno acuático confortable en el que la temperatura y la limpieza de su hábitat estén bien cuidadas.

Estos escurridizos amigos pueden dar un poco de miedo si no se siente cómodo con estos reptiles. Sin embargo, son muy fáciles de cuidar, siempre y cuando se mantengan en un acuario de tamaño adecuado, a una temperatura agradable y con su comida preferida (depende de la serpiente, pero suelen comer ratones, ratas o huevos).

Los gecos leopardo son excelentes mascotas para principiantes. Estos gecos se mantienen en tanques de unos 50 litros que no tienen que limpiarse a fondo con frecuencia. En su lugar, asegúrese de limpiar el acuario a diario por si hubiera excrementos y desinféctelo dos veces al mes. Para alimentarse, a estos gecos les gustan los grillos, los gusanos de cera y, a veces, los gusanos de la harina. Aunque su comida no sea muy apetecible, no tendrás que preocuparte de alimentar a tu geco adulto todos los días.

¿Ha pensado alguna vez en tener un pájaro doméstico de colores como mascota? Dependiendo del tipo de ave que elija, pueden ser fáciles de cuidar y no requieren mucha interacción humana. Sin embargo, también puede obtener un pájaro que le gusta socializar y pasar el rato con la familia. Para construir una jaula de pájaro feliz, asegúrese de que es lo suficientemente grande para el pájaro específico que usted tiene. Elija una jaula que sea el doble de ancha que la envergadura de su pájaro y que los barrotes de la jaula estén juntos. También disfrutan comiendo una variedad de alimentos que incluyen semillas y frutos secos, pellets, verduras verdes y frutas.

Otra mascota discreta. Estos cangrejos pueden mantenerse en un terrario húmedo de 18 litros. Deberás mantener su hábitat en el lado más cálido, junto con un plato poco profundo de agua salada donde puedan remojarse. Y, por supuesto, es importante incluir de 3 a 5 conchas vacías dentro de su hábitat donde puedan caber. Puesto que son criaturas más pequeñas, no hay mucha limpieza y sus comidas son bastante fáciles también. Comen muy despacio.

Si nunca ha oído hablar de la artemia salina o el camarón de salmuera, no te extrañe, porque estos crustáceos se crearon en el siglo pasado. Son una raza híbrida de gambas de agua salada y se venden en kits de incubación. Una vez montado el acuario, basta con darles de comer cada cinco días y mantener la pecera bien oxigenada.