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Con el verano y las altas temperaturas es fundamental prestar atención a nuestras mascotas. Los perros también pueden sufrir golpes de calor. Lo primero que debes procurar es que tu perro tenga permanentemente agua limpia y fría para beber ya que necesitan hidratarse mucho más a menudo que durante el invierno, dale de comer lo necesario y paséalo en las horas de menos calor, evita sacarle en las horas centrales del día.
El baño es una la forma de combatir las altas temperaturas. Si tienes un cachorro, seguro que ya sabes que no debes bañarle antes de los 3 meses; hasta entonces puedes lavarle con una esponja húmeda muy bien escurrida. Una vez pasados los tres primeros meses de vida, ya puedes bañarle pero con agua templada, un champú especial y después procura secarle bien.
Durante el verano, sobre todo si hay olas de calor y suben más de lo normal las temperaturas, báñale aunque no lo necesite para refrescarle. Es la forma más rápida de bajar la temperatura corporal de tu perro. Recuerda que ellos no sudan, así que el control de la temperatura corporal lo hacen fundamentalmente a través de la boca. Si le ves respirar con la boca abierta o jadear, pégale un chapuzón con agua templada (o no muy fría).
Cómo bañar a tu perro
La higiene de tu mascota es importante. Te contamos cómo debes realizar los baños de tu perro sin correr riesgos innecesarios. Cautela y relax para que sea una experiencia agradable y placentera para ambos.
A los perros grandes puedes refrescarle con la manguera en el jardín y dejarles que se sequen solos. A los perros de razas más pequeñas refréscales con agua templada y sécales bien con una toalla. Si tienen el pelo largo es posible que necesiten un poco de secador, pero hazlo con la menor potencia posible.
Pon especial atención a las orejas cuando le seques. Con la toalla suavemente intenta retirar restos de agua del oído masajeando la parte inferior de las orejas para evitar que se quede alguna gota de agua dentro del oído que puede a la larga provocarle alguna infección como la otitis.
Trucos para el perfecto baño de tu perro
- Elige el lugar: fregadero o bañera (cubre el fondo con una alfombra de goma); piscina para niños o incluso con una correa en el jardín, donde puedas usar la manguera. Ten a mano golosinas para recompensar su buen comportamiento.
- Cepilla a tu perro antes de mojarlo. Una gota de aceite de bebé puede aflojar los nudos pegajosos (de, por ejemplo, la savia de los árboles).
- Coloca una bolita de algodón en cada una de sus orejas. Remójale usando una boquilla de ducha, un adaptador de manguera o una jarra de plástico. Aplica un poco de champú para perros sobre su pelo, empezando detrás de las orejas.
- Lávale la cara con un paño húmedo. Da un paso atrás para sufrir la inevitable sacudida.
- Para secarle. Envuélvele en una toalla para que se seque. Retira el algodón de sus orejas.
Lavar en seco a tu perro... Es posible
- Empieza con un cepillado para desenredar los nudos.
- Mezcla una solución de mitad de vinagre de sidra de manzana y mitad de agua en una botella con rociador.
- Rocía sobre un paño de microfibra (no directamente sobre el perro) y limpia a tu perro, evitando los ojos.
- Luego, espolvorea a tu perro con bicarbonato de sodio. El polvo no dañará su piel y sus propiedades desodorantes refrescarán su pelaje y neutralizarán el olor a vinagre.
- Déjale que se sacuda unas cuantas veces (para probocarle sopla suavemente en sus oídos) y luego vuelva a cepillar su pelaje.