¡Creatividad en la mesa! Ideas DIY para comedores de verano

Y no pueden faltar los banderines. Son tan sencillos de hacer y decoran tanto que no podrás parar de hacer guirnaldas. Puedes hacerlos con retales de telas o con papeles pintados. Nuestro consejo: haz una tira de banderines con tela y te durará temporada tras temporada. Realiza una plantilla en papel de un triángulo del tamaño que quieras. Recorta triángulos en telas de diferentes colores y motivos. Si cortas con una tijera en zig zag no se deshilachará. Corta una tira de cuerda o utiliza un bies del largo que necesites para enchanchar los extremos y monta los triángulos, bien, cosiéndolos al bien, bien realizando un dobladillo en cada triángulo por el que pasar la cuerda.

En la línea del do it yourself decora el centro de tu mesa con un arreglo floral que luzca en un jarrón especial: una lata antigua recuperada. Quedará perfecta si muestra la pátina del tiempo, pero si quieres lavarle la cara, píntala o fórrala con tela plastificada, así no se estropeará si cae agua.

Esta idea la puedes poner en práctica siempre que tengas invitados. Así nadie confundirá sus cubiertos con los del comensal de al lado. Enrolla la servilleta con los cubiertos dentro y átala con un lazo o cinta alrededor.

¿Una cena ala luz de las velas? Coloca velas de té en moldes de magdalenas. ¡Muy sencillo! Moldes, de venta en Ikea.

Para que no se vuelen. Realiza tus propios pesos para colocar en las esquinas o bordes del mantel y que no se vuele si viene una ráfaga de aire. Con pinzas de madera. Solo tienes que pegar el adorno que quieras. Recurre a piedras, píntalas, decóralas a tu gusto y págalas con una gota de pegamento o silicona caliente a la pinza. ¡Listo!

Úsalas para presentar diferentes tipos de panes en la mesa, para agrupar las salsas o las botellas o para organizar vasos y cubiertos en una comida bufé. Con trapillo y en croché. El detalle del asa te resultará muy cómodo para llevar o traer de la mesa a la cocina. Foto: La Araña que Teje.

Si la comida es en el campo, este arreglo viene de perlas. Con los mismos huevos con los que has preparado la tortilla, haz unos mini floreros. Rompe el huevo por uno de los extremos, el más puntiagudo. Puedes ayudarte con un cuchillo, dándole unos golpecitos, para controlar por dónde rompe la cáscara. Abre un círculo, vacía el hueco y deja secar. Luego pinta con pintura acrílica o de pizarra cada huevo de un color. Reserva la huevera, colócalos cuando ya estén secos. Vierte un poco de agua en cada uno y presenta flores o arreglo verde.

La servilleta enrollada a un lado del plato, una tira de cuerda anudada, rafia o una goma y una flor cortada enganchada.

Para que no se resequen los alimentos o para proteger la comida o salsas de los bichitos del jardín realiza tapas con retales de tela para los cuencos o ensaladeras. Menaje, de Ikea.

Con la misma servilleta, de tela preferiblemente, ya que tienen más cuerpo, dóblala en forma cuadrado, coloca los cubiertos dentro en el centro de manera que subas dos esquinas contrarias para unirlas como ves en la imagen y sujátalas con mini pinzas de madera o de colores. Aprovecha para colocar una tarjetita con el nombre de cada comensal.

Con ganchillo o croché. ¿Qué técnica de punto dominas? ¿Hilo de algodón o trapillo? Aprovecha tu don con las agujas y realiza un frutero punto por punto. Es una propuesta de la firma DMC.

Muy rústico y natural. Con un corden grueso realiza servilleteros. También puedes utilizar tiras de pasamanería, que simulan cuerda o trenzas. Las encontrarás en tu mercería.

Convierte una cesta en una panera. Solo tienes que realizar una funda con tapa para que no se reseque el pan. Si utilizas una entretela para la tapa, le darás consistencia, aunque una loneta tiene cuerpo suficiente sin necesidad de utilizar entretela.