Manualidades con cajas de madera

Cuantas más cajas tengas, mejor. Así podrás componer una estantería de gran tamaño. Píntalas y barnízalas para darles un acabado más decorativo. Puedes dejar alguna con su tapa y el resto abiertas. Butaca, cojín y cuadro, de El Globo Muebles. Libros, de La Regenta y de Usera Usera (los del suelo). Lámpara, de Aldaba. Alfombra, de Ikea.

Seguro que las encuentras con facilidad en las puertas de los mercados o en mercadillos de alimentos. Píntalas en los tonos que te gusten y forra el interior con papel, tela o fieltro. Así podrás utilizarlas para guardar ropa o complementos sin miedo a que se enganchen. Manta beis y bufandas, de Musgo. Manta lila, de Usera Usera. Zapatos, de Sara Navarro.

Con todo detalle. Convierte una caja en una auténtica obra de arte con una reproducción en miniatura de una habitación. Pinta el exterior, forra las paredes con papel o tela y coloca un marco a la medida. Luego sólo tendrás que amueblarla y añadir los detalles. Disfrutarás como una niña.

En esta composición se ha aprovechado la tapa de una caja de botellas. Si tienes un rincón de estilo rústico o romántico, puedes usar las tapas como sencillos cuadros. Un truco: dales una mano de pintura blanca aguada para uniformar la superficie y conseguir un efecto envejecido. Consola, de Batavia. Silla, de venta en El Globo Muebles. Botes blancos, de la firma Sia, y rosas, de Musgo.

En la zona de trabajo conviene tener todo a mano pero muy ordenado. Fabrica un archivador con unas cajas de vino a las que les hayas quitado una de las tablas de la tapa. Píntalas y clávalas en la pared una encima de otra. Escribe en ellas lo que contienen. Escritorio y silla, de venta en ElGlobo Muebles. Material de escritorio, de Fann. Taza, de venta en Musgo.

Antes de pintar cualquier caja, lávala bien con agua y jabon, líjala suavemente y aplica un producto sellador.

Aún sin tapa puedes reciclar la caja, si se trata de un modelo con poco fondo, como bandeja para llevar el café a la mesa o el desayuno a la cama. Píntala de blanco y dale una mano de barniz para que no se ensucie. También puedes encargar una plancha de cristal o metacrilato de la medida justa y colocar

Las cajas altas de madera para botellas suelen tener el interior dividido mediante separadores. ¿Qué mejor que darle un nuevo uso en el recibidor para dejar los paraguas? Píntala acorde con la decoración y barniza el interior para que la madera no se estropee con la humedad de los paraguas mojados. Consola, de Batavia. Álbum, de Living in London.

Las cajas con tapa deslizante y asa de cuerda son perfectas para utilizar como cajones y guardar debajo de la cama o de un sillón. Decora la tapa con papel pintado y pinta el resto de un color que coordine. Puf de fibra, de venta en El Globo Muebles.

Si quieres darle un toque nostálgico para guardar fotos antiguas, decora la tapa de la caja con cromos de tu infancia. Aplica una capa de barniz o cola transparente encima.

Sustituye las típicas cajas cuadradas por unos baúles de diferentes tamaños. Son muy prácticos para guardar bisutería y complementos delicados, como pañuelos o medias. Por su diseño, seguro que no te apatece guardarlos en un cajón. Baúles decorados, de venta en Usera Usera.