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Poner un cabecero a la cama es una decisión que aporta tanto funcionalidad como estilo al dormitorio, y le dará ese toque tuyo tan personal a todo el ambiente. Desde un punto de vista práctico, el cabecero protege la pared del cabecero del roce continuo con la almohada o la cabeza, evitando manchas y deterioro, además de ofrecer un respaldo cómodo para actividades como leer o ver televisión, en el caso de los cabeceros acolchados. También actúa como aislante térmico, especialmente en habitaciones con paredes frías, y brinda una mayor sensación de seguridad al dormir, evitando el contacto directo con la pared. En camas infantiles, incluso puede cumplir una función protectora más marcada. Eso sí, antes de colocar un cabecero, limpia bien la pared de las manchas sin estropear la pintura.
Estéticamente, el cabecero se convierte en un punto focal del dormitorio ya que aporta carácter y cohesión visual al espacio. Su presencia ayuda a delimitar el área de descanso, creando una atmósfera más acogedora y equilibrada. Además, elegir un cabecero acorde a tu estilo personal (ya sea tapizado, de madera, metálico o de diseño contemporáneo) te permitirá personalizar tu dormitorio y transmitir una mayor sensación de descanso y confort. Incluso a nivel psicológico, aporta una sensación de protección y refugio que puede favorecer el descanso.
Las fibras naturales, por otro lado, son perfectas para crear ambientes más acogedores. Los muebles de madera y fibras como el ratán son las más populares para los ambientes más rústicos como en las casas de campo. Yo llevaba algún tiempo buscando un cabecero para mi cuarto en la casa del pueblo y al final he encontrado una idea genial, bonita y súper barata y fácil de hacer.
Es uno de los IKEA Hacks más bonitos y sencillos que he visto y su autora BySandraDIY, en TikTok, me ha dado las claves para hacerme un cabecero súper bonito este verano como los que tenía vistos en Maisons du Monde de ratán.
Solo ha usado 4 bandejas de bambú GRÅMÖRT de IKEA. Cuestan 14,99 € y miden 71 x 27 cm. Así que dependiendo de la cantidad de pared que quieras cubrir con tu nuevo cabecero puedes elegir cuántas bandejas necesitas. Y una idea más, ¿te atreeverías a pintar las bandejas con un spray de pintura? Seguro que queda precioso. Yo sin duda, voy a dejarlas al natural, me encanta el color natural y la textura de las fibras de bambú.
Una vez que tengas las bandejas compradas ya solo necesitas unas cuantas alcayatas y unos tacos para fijar las bandejas a la pared del cabecero de la cama. Ya sea que crees una composición vertical u horizontal, vas a ver qué bonito y original queda el cabecero. Sin duda será único.
