Cómo prepararte para tomar el sol
Con precaución, el sol es beneficioso para la salud porque es fuente de vitamina D, tan necesaria para la fortaleza de nuestros huesos. Tómalo con cabeza.

Cada vez que me acerco a mi chico con el protector solar, gruñe: "¡no me hace falta, si yo me pongo en la sombra!" mientras inicia su huída. Pero aunque sea así, lo necesita.
Protección para todos. Pasear y hacer deporte en verano también implica una exposición a los rayos ultravioleta. Y sí, éstos son necesarios para sintetizar la vitamina D —la que ayuda a absorber el calcio y a fortalecer nuestros huesos—, pero aunque
solo representan un 7% de la exposición solar, nos afectan. Los de tipo A (UVA) penetran hasta las capas más profundas de la piel y causan envejecimiento. Los de tipo B (UVB) solo llegan a la epidermis, pero ocasionan quemaduras y tienen un efecto directo en la aparición del melanoma.
Cómo prepararse. La dermatóloga Paloma Cornejo es clara: "Para tomar el sol, la piel debe estar sana". ¿Qué pasos debemos seguir, entonces?
El primero, indica la doctora, es exfoliar rostro y cuerpo para eliminar las células muertas que se acumulan en la capa externa de la piel. Así, el bronceado será uniforme. El segundo es aplicar protectores solares sobre la piel limpia de perfume o desodorante —para que no salgan manchas— media hora antes de salir de casa, y reaplicarla cada dos horas y después de cada baño. El tercero es retirar los restos del solar con un jabón neutro y utilizar aftersun. Y una advertencia: no tomes el sol recién depilada. Deja pasar, al menos, 24 horas y restaura el manto lipídico con crema hidratante.


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