20 cosas que nunca deberías tirar
Aunque no lo creas, los rollos de papel higiénico pueden ayudarte a poner orden en los cajones de una vez por todas. Te contamos cómo aprovechar lo que ya no vale.
Botellas de vino
Una vez vacías, puedes usarlas como hormas para tus botas altas. Basta con que las introduzcas para evitar que se deformen y se les hagan arrugas.
Vía This Old House
Botellas de licores
¿Te imaginas la botella de bourbon convertida en un original dispensador de jabón?
Mira aquí cómo hacerlo.
Aceite de cocina
Aprovecha las últimas gotas de la botella para humedecer un bastoncillo de algodón y aplicarlo en esa puerta que chirría.
Foto: Getty
Bolsas de papel
Te serán muy útiles en un día de lluvía. Pártelas en trozos y haz una bola con ellos. Si la metes en unos zapatos o guantes mojados, te ayudará a que se sequen y, a diferencia del papel de periódico, no los manchará de tinta.
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Botellas de plástico
Pueden servirte para regar las plantas, retirar la nieve del coche o como recipiente para la comida de las mascotas si las cortas por la mitad.
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Camisetas
Puedes convertirlas en unos estupendos paños de cocina, ya que limpian bien y son reutilizables. Sólo necesitas cortarlas a tu medida... ¡y estarás ahorrando un montón de dinero!
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Cepillos de dientes
Son perfectos para limpiar las juntas de los azulejos o eliminar la suciedad de zonas poco accesibles.
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Hueveras
Ya sean de cartón o de plástico, te serán de gran ayuda para guardar tus joyas. Sólo necesitas un poco de pintura e imaginación para decorarlas.
Restos de jabón
En lugar de tirarlos, fúndelos todos juntos y te harás con una nueva pastilla de jabón. Mira cómo hacerlo.
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Latas de té
Son tan bonitas que seguro que no te importará reciclarlas, ¿verdad? Nuestra idea favorita: convertirlas en portavelas. Punto extra si coordinas el aroma de la vela con el sabor del té.
Mira el tutorial para hacerlo.
Foto: Keith Scott Morton
Papel de aluminio
Tiene un montón de usos: desde estropajo (si haces una bola con él, te será muy útil para limpiar las macetas) hasta afilador de cuchillos. También lo puedes emplear para abrillantar los objetos de plata. Sumérgelos en una sartén con agua hirviendo y papel de aluminio y en dos minutos saldrán limpios y sin haber sufrido daños. Es una cuestión de reacción química.
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Las pelusas de la secadora
Tener que limpiarlas es un incordio, ¿pero sabías que son súper útiles, además de ecológicas, para avivar el fuego de la chimenea? Guárdalas en una bolsa de plástico y llévatelas si vas de camping o tienes una barbacoa.
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Periódicos
Buenas noticias: son un abono magnífico para las plantas, ya que potencian su crecimiento y evitan las malas hierbas. Por eso, en lugar de gastarte el dinero en comprar mantillo, guarda los diarios en el trastero.
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Clips para bolsas
¿No sabes qué cable pertenece a qué dispositivo en medio de la maraña que hay detrás del televisor o el ordenador? Engancha a cada uno un clip de los que sirven para cerrar las bolsas y pon el nombre con un rotulador indeleble. Si los cables son finos, puedes sujetarlos todos juntos con la etiqueta para que estén más ordenados.
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Cerámica rota
Pon varios trozos en el fondo de una maceta y te servirá para aumentar la capacidad de drenaje de las plantas.
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Pomos viejos
Puedes hacerte un perchero con ellos. Píntalos con spray y, una vez secos, ánclalos a un tablero de madera. ¡Listo!
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Rollos de papel
Tanto los de papel higiénico como los de cocina pueden servirte como organizadores para accesorios o útiles de oficina en los cajones. Córtalos a la altura del cajón y pégalos para unirlos. Después, rellena cada compartimento con collares, horquillas...
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Tapones de vino
Ofrecen muchas posibilidades a los amantes del DIY. Son maleables, fáciles de trabajar y, para ser sinceros, no cuesta mucho encontrarlos. Mira nuestras ideas favoritas aquí.
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Tarros de cristal
Transforma los envases de potitos en unos originales saleros o pimenteros. Puedes decorarlos como se ve en la imagen. Al ser de cristal, los condimentos se conservarán muy bien.
Via DreamALittleBigger.com
Huesos de carne cocinada
Reaprovecha los huesos de otro guiso para hacer tu propio caldo de pollo o ternera. Cuécelos con algunas verduras y, si quieres, podrás congelarlo para utilizarlo cuando mejor te venga.
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