Ahorro y ecología... siempre con estilo
Un cambio de hábitos en los pequeños gestos cotidianos será un buen comienzo para mejorar tu economía doméstica y respetar el medio ambiente. ¿Te apuntas?
Día del horno: Este electrodoméstico es uno de los que más energía consumen de la casa. Por ello, planifica tus comidas semanales y aprovecha cada vez que lo enciendas para cocinar varios alimentos a la vez. Apágalo un poco antes de terminar la cocción, con el calor residual será suficiente.
¡Carga las pilas! Las de usar y tirar son muy contaminantes, una micro pila de mercurio puede llegar a contaminar 600.000 l. de agua. Apuesta por las pilas recargables, que aunque cuestan más, se amortizan a los 10 usos.
Retirada del aceite: Nunca debe tirarse por el desagüe del fregadero, ni en la basura orgánica, porque es altamente contaminante. Aprovéchalo para varios cocinados y cuando ya no sirva, viértelo en una botella y llévalo al punto limpio.
Cierra el grifo de la cocina: No enjuagues los platos antes de meterlos en el lavavajillas, ni descongeles bajo el grifo, ahorrarás agua y energía.
Ahorra agua en el baño
Salir de la ducha será mucho más agradable en invierno si instalas en el cuarto de baño un radiador-toallero. Este modelo, además de proporcionar una temperatura adecuada a la estancia, te permitirá mantener las toallas de toda la familia secas y calientes. Ocupan poco espacio y se presentan con atractivos diseños.
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Aprovecha bien los alimentos
Pon tu imaginación en marcha y hazte el firme propósito de economizar tiempo y dinero a la hora de cocinar. Por ejemplo, cuando hagas guisos o cuando hiervas pasta o arroz, procura aumentar las cantidades. Con ello conseguirás reducir el gasto de luz y gas. Parte de lo cocinado consúmelo ese día y el resto, resérvalo para otra ocasión. Y si te ha sobrado comida, ¡no la tires! Reutilízala para hacer deliciosas recetas: si sobra carne o pescado, haz croquetas, empanadillas, empléalos en ensaladas, revueltos... Y con los restos de verduras o legumbres, un sanísimo puré.
En casa, ahorra calor
Una forma muy fácil de hacerlo es instalar en casa un cronotermostato que regule la temperatura y así optimizar el rendimiento de la calefacción.
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Bombillas de bajo consumo
Los LED son las más eficaces porque duran mucho más que las halógenas o los fluorescentes, hasta 50.000 horas. Permiten un ahorro energético de hasta un 90%. No generan calor, dan luz de diferentes tonos y resisten a la humedad.
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Ecobolsa
Cuando vayas a la compra, sustituye las clásicas bolsas de plástico por otras de materiales ecológicos: biodegradables y reutilizables. Esta, tan vistosa, es el modelo Loopshopper, de Reisenthel.
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Sigue la A +++
Si estás pensando en cambiar un electrodoméstico por otro, antes de efectuar la compra revisa bien su etiqueta energética. Procura que, como mínimo, sea de tipo A y, preferiblemente, A+++. Aunque su precio resulte algo más elevado, a la larga conviene, ya que supone un considerable ahorro energético.
VESTIDA DE GLAMOUR. La funcionalidad no está reñida con el diseño, como lo demuestra esta nevera rosada y decorada con un divertido vinilo de una fashion victim, de la marca Cottoncut (59,95 €).
Aprovecha el agua
Aprovecha el agua que sale fría al principio de la ducha para fregar el suelo. Solo necesitas un cubo estiloso, como Acquarella, de la firma Vigar, para tenerlo siempre a mano en el baño.
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Un sistema para cada necesidad
Calderas de gas, splits con bomba de calor, suelos radiantes, estufas, chimeneas... No existe un tipo de calefacción mejor que otro, pero sí el más adecuado según las necesidades familiares y los recursos disponibles.
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