Las 25 claves para conseguir una 'Slow Life'
El olor a café o a sábanas limpias, los paseos por el bosque o un baño en el océano, el despertar en una mañana cálida de verano o ir al mercado. Descubre 20 de los placeres que se encuentran detrás de la Slow Life.
Frecuentemente vamos tan rápido en nuestro día a día que pasamos por alto los pequeños placeres de la vida, pues son, en ocasiones, tan insignificantes que los perdemos en el ruido atronador del mundo cotidiano. Hemos perdido la capacidad de disfrutar el momento por extraordinario que sea, mantenemos la mente ocupada con el siguiente paso, reunión o deseo, corremos y corremos para llegar al próximo destino sin darnos cuenta que el tiempo pasa y, por desgracia, nunca vuelve. Y nos dejamos llevar por el estrés diario sin cuidar ni vigilar la angustia que nos produce.
Todo se puede comprar con dinero, hasta estrellas lejanas cuyo único dueño deberían ser ellas mismas, pero el tiempo no se compra, el tiempo es limitado y corre aun más rápido de lo que lo hacemos nosotros. Deberíamos empezar a preguntarnos en vez de cúanto dinero cuesta, cúanto tiempo tenemos para nosotros mismos.
El caos y la aceleración son el enemigo de la vida tranquila, nos apartan de aquellos detalles que nos hacen sentir vivos, que nos hacen sentir en paz y felices, a veces no son más que el olor de las sábanas recién lavadas o el despertar cálido de los rayos del sol y el olor a café, pasear por campos verdes y solitarios o disfrutar de un baño solitario en el mar.
#ELPODERDELAPOSITIVIDAD
¿Sabías que ser positivo saca lo mejor que llevas dentro? ¿Y que cuanto más lo somos, mayor son las ganas de vivir y menos tristeza sentimos? Desde la revista, imagen a imagen, reportaje a reportaje, tratamos de transmitir una actitud relacionada con la casa que despierte en ti buenas vibraciones, porque el optimismo es clave para tener una mente equilibrada y sana.
Se trata de un empoderamiento, y su objetivo es apreciar y hacerte fuerte con los momentos, por pequeños que sean, que la vida regala cada día. Porque cuando haces realidad una propuesta de decoración que te gusta, te sientes bien y creces. Y una persona así está motivada, es optimista, resiliente, entusiasta y activa. Además, su actitud es contagiosa. En Micasa lo llamamos #BienestarMicasa y es un súper poder transformador para ser feliz que ya quisieran los héroes de Marvel para ellos. ¿Te apuntas?
Te invitamos a descubrir los 25 placeres que hemos recopilado en la redacción de Micasa, cosas diminutas que nos relajan y que nos hacen sentir la peculiar felicidad de la que se compone la vida. Sensaciones, momentos, aromas, sabores, viajes o colores que nos haces viajar con la imaginación y que tienen la capacidad de relajarnos al instante.
¿Comemos fuera?
Los días soleados son un regalo. Disfrútalos creando un ambiente festivo en el porche con ráfagas de color, flores y detalles deco. No necesitas saturar el espacio, sino acertar con la combinación cromática. Aquí, el bodegón de jarrones compone un jardín florido en la mesa veraniega. Desde la pérgola, un racimo de pantallas de papel alegra el ambiente de día, mientras que de noche crea una atmósfera mágica con luces led en su interior. Búscalas en Amazon.
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Que no falten las flores
Ellas marcan la diferencia con sus colores y belleza tan diversa. Los bouquets silvestres, o que aparentan serlo, están de moda y son fáciles de hacer. Mezcla distintas variedades para un look multicolor y utiliza la que más te guste como tono de acento. Para un arreglo informal, apuesta por un recipiente sencillo, como una jarra o un tazón. Si es blanco, ¡su luminosidad estará garantizada…!
Placeres de verano
Sorbetes, cócteles, smoothies, zumos, limonadas, granizados, té o café con hielo… El calor invita a saborear tus bebidas favoritas. Sorprende con nuevas recetas o apuesta por las tradicionales, pero en ambos casos, cuida la presentación con creatividad en el menaje y en la puesta en escena. Bayas y hojas de menta siempre funcionan. Copas de helado similares, en El Corte Inglés.
No pienses, siente
¡Vive tu jardín! Haz, por fin, realidad ese momento con el que llevas soñando meses. Huye de lo tecno y rodéate de la naturaleza y su calma. Sol, cielo despejado y la sombra de un árbol son tus aliados para despejar la mente, encontrarte mejor y crear un escenario idílico que transmita paz. Hamaca similar, de algodón orgánico, en Leroy Merlin. En los muebles, pintura de exterior St Giles Blue, de Farrow & Ball.
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Adiós, reloj y estrés
Busca la paz en un exterior con encanto. Es fácil si recreas la sencillez de la vida en el campo con muebles y detalles retro que derrochen autenticidad. Ellos imprimirán al ambiente un aire slow en el que olvidar el ritmo acelerado de todo el año. La mesa, el banco, la caja vintage y las damajuanas proceden del mercadillo inglés Sunbury Antiques. Sillas, de Lazy Susan Furniture. Los cojines son de Linen and Cloth.
Lo artesanal es bello
Y puede ser rústico y raw, o bien urbano y contemporáneo, todo depende del estilo de sus creadores. La idea de realizar un centro floral con ramilletes y vasos demuestra que las piezas únicas, como esta bandeja de madera maciza, son atemporales y versátiles. ¡Apoya la artesanía! Bandeja de madera, de Nkuku. Vasos y tijeras, de Le Petit Jardin.
Sábanas limpias
El olor de las sábanas limpias (todavía mojadas) y tendidas en el exterior que se secan gracias al viento cálido de la mañana. Quién no ha soñado con correr y perderse entre un sinfín de sábanas blancas.
Orden en el domitorio
Despertar una mañana de verano con los rayos del sol y en un dormitorio limpio y ordenado, una escena idílica fácil de conseguir. El lugar de descanso debe ser una remanso de paz, lo mejor es evitar los artificios y optar por lo simple.
La siesta
Saludable y placer gustoso, la siesta es una tradición que no deberíamos perder, sus beneficios son cuantiosos y el relax está asegurado.
Viajes en tren
Mirar por la ventana mientras el vagón pasa por bosques de color verde, tomar un café y escuchar el ajetreo del personal o sacar la cabeza para sentir el viento de la mañana. Los viajes en tren son capaces de parar el tiempo y parece que durante su trayecto la vida pasa más despacio.
El olor a café
El olor a café por las mañanas despierta los sentidos y pone de buen humor sin necesidad de llegar a consumirlo.
Comidas de verano
Desayunos, comidas o cenas, pero acompañados. La familia y los amigos pueden ser el antídoto perfecto para el estrés o la apatía.
El olor a pan recién horneado
El olor a pan recién horneado nos atrae volando como si fuéramos dibujos animados y, según la ciencia, este aroma es capaz de aumentar nuestra amabilidad con los extraños.
El desayuno en la cama
Desayunar en la cama mientras miras por la ventana o lees el periódico, lo importante es hacerlo despacio, relajado y copioso.
Ir a un mercado local
Despertar por la mañana e ir a comprar a un mercado local con hortalizas, frutas, aceitunas y pan recién horneado. El paseo, los colores y aromas te harán volver a casa con una sonrisa.
El color verde
Verde esperanza, verde los campos y verde los bosques y pantanos, un color propio de la naturaleza que invita a la relajación más primitiva y profunda.
El mar
Su color, su aroma y golpeteo, pocas cosas hay más relajantes que un baño solitario en un mar tranquilo y cubierto de nubes.
Los paseos por la naturaleza
Para olvidar y desprenderse de las preocupaciones mundanas, los paseos tranquilos por el campo son perfectos.
La lluvia
Ver la lluvia por la ventana y escuchar su golpeteo inquieto mientras nos recostamos en un sofá cómodo de terciopelo con un libro en una mano y un té en la otra.
La lectura
Desconectar y olvidarse de la tecnología para poder disfrutar de la lectura en el exterior de un buen libro cuyas páginas huelan a olvido.
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