Una casa de 45 m2 pensada al milímetro

Este espacio se comunica directamente con el salón, sin puerta, para ganar luminosidad y profundidad. Se decoró con un mueble de poco fondo.

En la decoración del salón se partió de una base neutra, con paredes, tapicerías y muebles en color blanco, y después se añadieron detalles y complementos rosas, para aportar dinamismo al ambiente. Los cojines, el plaid, el puf y la alfombra son de Gancedo. En la zona del comedor, la mesa y las sillas se eligieron en el mismo acabado, para crear uniformidad visual.

Totalmente abierta al salón, se decoró con muebles blancos lacados en alto brillo, lisos y sin tiradores. Para aprovechar al máximo el espacio y ganar zonas de almacenaje, se instalaron armarios altos prácticamente hasta el techo.

La altura de los techos permitió construir un altillo en el que se creó un dormitorio. Se delimitó con una barandilla muy ligera, en blanco. La sensación de continuidad visual se consiguió a través del color blanco, presente no solo en las paredes, sino también en muebles y tapicerías, y mediante la tarima vinílica que cubre el suelo de toda la vivienda. Dos alturas. El baño, ubicado debajo del dormitorio, se independizó con una puerta corredera.

En el dormitorio principal, la cama se apoya en una pared de ladrillo visto que apareció durante las obras. Ésta se combinó con un zócalo de pintura blanca para aligerar el resultado. La colcha y los cojines son de Gancedo. Alfombra, de Leroy Merlin; mesilla, de Doméstico Shop. Ropa de cama en color blanco y distintos tonos de gris, pone un toque de frescura en la decoración.

En el baño, el lavamanos se instaló sobre una encimera volada. Debajo se colocó un armarito para guardar los productos de aseo. El cesto de fibra es de Leroy Merlin, y la toalla, de A Loja do Gato Preto.La ducha situada en una esquina, se cerró con una mampara con puertas correderas para facilitar su acceso.