Ideas y consejos para aprovechar los huecos y espacios difíciles

Adapta el almacenaje a los espacios irregulares de la casa para aprovechar hasta el último rincón y ganar metros útiles. Si tienes una escalera, utiliza el hueco para colocar una zona de estudio con estanterías regulables y módulos que encajen a la perfección, como éste de Ikea. También puedes hacer un armario a medida para guardar herramientas, maletas o ropa.

Utiliza las zonas complicadas, como esquinas o retranqueos, que muchas veces hay en el baño, cocina o salón, y pon baldas a medida y crea una estantería o un mini despacho. Usa el espacio que hay entre dos columnas o el de encima del inodoro, para poner un mueble adicional que te permita tener todo en orden.

Los muebles abatibles y multifuncionales serán tus grandes aliados.

Escritorios, como éste de PortobelloStreet; mesas, cajoneras modulares o bancos abiertos donde poder sentarte y almacenar al mismo tiempo. Y no te olvides de los separadores, cestas o cajas para guardar las cosas más pequeñas.

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Saca partido al hueco de debajo de la cama con un canapé con arcón o cajas con ruedas; esto te permitirá tener un lugar extra para mantas o edredones. Suma metros utilizando el cabecero y el perímetro de la cama colocando hornacinas y estantes adicionales.

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¿A quién no le gustaría llegar a casa y relajarse en un baño de burbujas? Toma nota: Ahora tienes unas bañeras de hidromasaje con múltiples formas que se adaptan a todos los espacios. Como este modelo de rincón, de Roca, que incluye una repisa donde tener a mano los jabones, geles, sales, incluso libros para leer mientras el agua masajea tus músculos.

La irregular planta de este baño no fue impedimento para habilitar una doble zona de aseo, necesaria cuando son varios los usuarios. Se encargó un bajolavabo a medida, de MS Interiorismo, que se adaptara a la pared achaflanada. Y en la encimera, de Silestone, se encastraron dos senos de lavabo en los extremos. Así se pueden utilizar al tiempo sin estorbarse.

Los metros nunca son pocos si se saben aprovechar. Sólo hay que buscar los recursos adecuados. Por ejemplo, en esta cocina los armarios llegan al techo, para rentabilizar el espacio vertical; la campana y el microondas se integraron en dos módulos y el lavavajillas es más estrecho de lo normal.

Son tantas las cosas que hay que guardar en una cocina que nunca está demás contar con un espacio extra de almacenamiento, da igual como sea su tamaño. ¡Mira!

El lateral del armario se aprovechó con baldas. No tienen más de 10 cm de fondo, pero es suficiente para tener a mano útiles de uso habitual como botellas, cestos, panera...

Un entrante en la pared se revistió con estantes, esta vez más anchos, donde guardarla vajilla, la batería de cocina... Para mantenerlos a salvo de polvo, grasa, etc. se cerró con una puerta con la zona superior de cristal y la inferior ciega.

En este baño de escasos metros instalar un conjunto de baño, medidas estándar, era imposible. Se optó por un pequeño lavabo circular de acero inox. encastrado en una encimera de cristal volada, muy ligera, y en curva para facilitar el paso.

Como sólo necesitaban 40 cm de fondo, se pudo poner la mesa del comedor delante, sin problemas. Para rentabilizar el espacio al máximo, es mejor encargar la vitrina a medida. Además, así se puede diseñar de acuerdo a las necesidades reales. Aquí se hizo de suelo a techo y con puertas blancas, con grandes cuarterones de cristal en la parte superior, para aligerar su peso visual y exponer la vajilla. La zona inferior se prefirió cerrada con puertas para guardar otros útiles menos estéticos.

Las estructuras modulares tienen la ventaja de que se pueden moldear según el espacio y las necesidades. Aquí se puso una mesa debajo de la ventana con la encimera en curva. Y en la otra pared, una ligera estructura con estanterías, un mueble y una cajonera.

Debajo la ventana se instaló una encimera que se apoya sobre una cajonera, diseño de Cuca Arraut. Para ganar más espacio, se continuó en “L” adaptándose al entrante de la pared, que se aprovechó para poner unas baldas.

Hasta un pequeño entrante, como éste de la imagen, sirve para habilitar una práctica zona de trabajo cómoda y completa. Basta con instalar una pequeña mesita o un estante volado -mucho más ligero- donde revisar papeles o colocar el ordenador, varias baldas en la pared, para tener ordenados y a mano los libros, y una silla con ruedas para moverse fácilmente.

Está pensada al milímetro para integrarse dentro del conjunto de los muebles de cocina que, para sacar el máximo partido a la planta rectangular, están distribuidos en forma de “L”. Un módulo en columna, tras el fregadero, situado en el ángulo, es ideal para guardar la tabla de la plancha cuando no se usa. Y a su lado, la lavadora y la secadora en columna, una buena opción para rentabilizar mejor el espacio. En la pared, un práctico flexo extensible.

Esta acertada solución ha servido para rentabilizar una esquina que, además, contaba con un antiestético pilar de carga. Se levantaron dos muretes de Pladur. Se hicieron de suelo a techo y con el mismo ancho del pilar y se eligió este material porque su instalación es más rápida y limpia que la tradicional de albañilería, 60 €/m2 aprox., en un día la estructura está lista para utilizar. Después, se colocaron unos estantes simétricos a ambos lados del pilar, de modo que ésta quedó completamente disimulada, y en madera de pino para romper la uniformidad del blanco intenso de las paredes.

¿Por qué desperdiciar el retranqueo de la pared junto a la chimenea? Con varios estantes volados se ganó espacio donde colocar libros, cajas y adornos. Para darles mayor protagonismo, se eligieron en tono oscuro y bastante gruesos. Son de Bricolajes Pozuelo.