11 Ejemplos en los que el papel pintado transforma por completo una estancia
Esta selección de la interiorista Raquel González demuestra que el papel pintado es un recurso infalible a la hora de personalizar cualquier espacio, desde el salón, la cocina o el dormitorio, hasta el aseo más pequeño.
En cualquier proyecto de interiorismo, acertar con el revestimiento de las paredes es fundamental si queremos que el cambio general sea realmente notorio. La interiorista Raquel González lo sabe de primera mano, y por ello, ha convertido el papel pintado en su mejor aliado deco. Sus proyectos se caracterizan por un acertado uso del color, arriesgando –en ocasiones– con los estampados y la mezcla de tejidos para conseguir que los ambientes respiren un estilo ecléctico, atemporal y clásico actualizado que, aun siendo contemporáneos, perduran en el tiempo.
4 motivos por los que el papel pintado siempre es un acierto
Estética y estilo: el papel pintado ofrece una amplia gama de diseños, colores y texturas que permite expresar estilos únicos para dar carácter y personalidad a los espacios. ''Colocar papel pintado no siempre implica arriesgar, los diseños sencillos y monocromáticos o los texturizados son opciones sutiles que no cansan con el tiempo'', explica Raquel González.
Flexibilidad: tal y como argumenta la interiorista, a diferencia de la pintura –que generalmente ofrece un acabado más uniforme–, el papel pintado puede crear efectos visuales sorprendentes, y esta versatilidad lo hace ideal para casi cualquier espacio. Además, los papeles pintados con acabados que aluden a otros materiales o texturas ayudan a conseguir un efecto WOW muy llamativo y a dar sensación de profundidad.
Focalización de espacios: otra clave del papel pintado es que puede usarse para crear paredes destacadas o focales que sirvan como punto central, cambiando completamente la dinámica de un espacio y atrayendo la atención hacia un rincón o área concreta.
Personalización: con el avance de la tecnología, ahora es posible personalizar el papel pintado para adaptarlo a lo que cada proyecto necesita. La interiorista explica que ''la personalización de papeles nos permite coordinarlo con los muebles y la decoración general y así mantener la coherencia cromática en cada estancia''.
Los 11 proyectos que verás a continuación son obra de Raquel González y responden a diversos estilos. ¡Disfruta de este recorrido inspiracional!
Atrevido y sutil
Este papel pintado combina grandes motivos de hojas con un sutil color grisáceo, llevando toda la atención a la pared del cabecero. Este último, tapizado en el mismo tono para generar armonía cromática.
Separando ambientes
En esta cocina con isla central, la zona del office se separa visualmente a través del bonito papel pintado con dibujos geométricos en un azul suave.
Máxima personalidad
Acorde al carácter que aportan los muebles de anticuario, el papel pintado que protagoniza las paredes de este distribuidor combina rojo, azul y blanco en un patrón floral con aires nostálgicos.
Paisaje interior
Para crear un ambiente de recogimiento en este dormitorio, Raquel González optó por decorar las paredes con un impresionante mural en tonos verdes que ilustra un paisaje y que se inspira en los tradicionales cuadros pintados al óleo. Con semejante escenario, ¿quién necesita añadir un cabecero?
Pura simetría
En este recibidor, el papel pintado en forma de rombos actúa como telón de fondo para una composición ligera y moderna que destaca por su simetría.
El florecer de las hortensias
Realzar el estilo de un baño pequeño es tan sencillo como decorar las paredes con un papel pintado vivo y alegre. Los motivos florales siempre funcionan, y este papel pintado con dibujos de hortensias azules así lo confirma. En este caso, la interiorista decidió combinarlo con un revestimiento cerámico neutro que le da todavía mayor protagonismo.
El broche de oro
Aunque esta cocina goza de una gran luminosidad y los muebles de madera son un acierto absoluto, si no fuera por el papel pintado con motivos geométricos de color azul que aporta contraste y destaca la pared, el resultado no sería ni la mitad de WOW.
Esencia clásica
A veces pensamos que un aseo pequeño y sin ventana solo admite el color blanco, sin embargo, la realidad es muy distinta. Con un buen proyecto de iluminación y un papel pintado con estilo, esta zona de paso se convertirá en una maravilla del interiorismo.
Papel pintado y molduras
El papel pintado y las molduras forman un combo ganador a la hora de vestir las paredes y dotarlas de personalidad y cierto carácter señorial. Aquí, el papel pintado tiene un elegante diseño en espiga con textura que refuerza la luminosidad del arrimadero.
En el pasillo
Para diseñar un pasillo de lo más stylish, Raquel González decoró una de las paredes con molduras blancas (a juego con las del techo) y apliques dorados de corte clásico, y escogió un papel pintado con un fondo azul intenso y motivos botánicos para la otra.
Primavera eterna
Otro papel pintado con motivos botánicos que confirma que un baño pequeño puede reinventarse por completo y convertirse en un escenario de revista.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).
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