Cambiar una pieza clave en una habitación, tal vez una mesa, tiene el superpoder de transformar el carácter (y hasta la utilidad) de esa estancia. Si seguimos hablando de mesas, podemos decir que no son solo un soporte de “cosas”, sino que funcionan como punto de encuentro, el escenario en el que se levantan algunos de nuestros proyectos, a veces escritorios improvisados, siempre puntos de hospitalidad y, cómo no, la base de casi todas las comidas de la casa. Renovar, pues, una mesa es una decisión que va a cambiar, aunque solo sea un poco (nada de dramas), nuestras vidas.

Si eso es lo que estás buscando, las mesas de salón SKANSNÄS de Ikea son una atractiva tentación. La sencillez del diseño escandinavo late en su dos modelos, redondo y rectangular, pero su presencia es totalmente contemporánea. Al ser extensibles, cumplirán su papel con brillantez tanto en cenas íntimas al final de una jornada de trabajo, como en reuniones más numerosas en días festivos. Otro punto a su favor: si eres miembro de Ikea Family puedes ahorrarte 100 €, un incentivo ideal para atreverte con el cambio.

Una mesa para muchos años

Los materiales de las mesas SKANSNÄS son uno de sus puntos fuertes. Si buscas una mesa que ofrezca, a la vez, calidez y resistencia, esta es una candidata ideal. El tablero de chapa extragruesa le da una excepcional sensación de solidez. Además, todas las piezas son exclusivas. Cada una de las mesas SKANSNÄS tiene una veta distinta y variaciones de tono que inciden en su carácter natural. Los bordes de madera maciza, el refuerzo de testas con veteado en diagonal y las esquinas redondeadas son guiños que ponen un toque que se ve (y que se siente al tocarlas). La mesa se ha pintado en marrón por capas y se remata con un barniz incoloro para protegerla. El resultado final es una mesa práctica para hogares en los que hay mucha vida alrededor de la mesa.

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Cortesía de IKEA
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Cortesía de IKEA

La seña de identidad de SKANSNÄS es su capacidad para extenderse. Gracias a su hoja extensible con apertura de mariposa, basta una persona para ampliarla y pasar de una mesa para cuatro a otra para seis personas con facilidad. Si una vez que das el paso, quieres también cambiar las sillas, la serie SKANSNÄS tiene las suyas a juego. ¿Te apetece una combinación diferente? En otras líneas (LUSTEBO, LILLÅNÄS o las sillas con reposabrazos GRÖNSTA), hay modelos que le van estupendamente a estas mesas y que aportarán un eficaz juego de estilos en tu salón.

SKANSNÄS funciona como mesa para comer, pero también como una isla flexible alrededor de la que concentrar el movimiento de la casa. Escritorio por las mañanas, mesa de deberes por la tarde o base para un brunch de fin de semana. Al ser extensible, puedes ahorrar espacio a diario y, cuando lo necesites, recibir a tus amigos con comodidad. Si quieres una sugerencia, prueba a combinar la veta cálida de SKANSNÄS con textiles neutros y una lámpara colgante que centre la mirada. Si tu apuesta es el contraste, mezcla sillas de diferentes colores para añadir un punto desenfadado y divertido.

Cambiar la mesa es, un poco, cambiar la vida. Esa es la propuesta de SKANSNÄS. Elegancia discreta en madera, resistencia para el día a día y la flexibilidad de una mesa que crece cuando lo necesitas. Y, recuerda, si eres miembro de Ikea Family, te llevas 100 € de ahorro para dar el salto. ¿No es un buen empujón para redecorar?

Headshot of Juan Pelegrín

Juan Pelegrín es fotógrafo y redactor desde hace más de veinticinco años y, por necesidad y pasión, experto en la tecnología que lleva optimizando su trabajo desde que abandonó los carretes. O un poco antes. En los lejanos años 80 algunas de las primeras unidades que llegaron a España de los legendarios ZX-81 y ZX-Spectrum cayeron en sus manos.   

Juan ha escrito o fotografiado, a veces también las dos cosas a la vez, deportes, viajes, información general, cultura y sociedad. Suele contar entre sus días más felices los años en los que ejerció como crítico de ópera, para al día siguiente sentarse a pie de pista a fotografiar un partido de baloncesto o coger un vuelo a cualquier aeropuerto del mundo. “En África siempre mejor”, asegura.

La tecnología le hace ahorrar tiempo, optimizar su flujo de trabajo y enviar sus fotos y textos los más rápidamente posible (y con la mejor calidad) desde la localización en la que trabaje. 

También, por supuesto, conectarse con el mundo, aprender sobre cualquier tema o, por qué no, echar un rato en la consola con su hijo (o en solitario, que enfrentarse a los zombies, suele decir, relaja bastante). 

Juan estudió Ingeniería Informática en la UPM, pero enseguida el periodismo se metió en sus venas. Con el paso de los años cursó Filología Hispánica en la UCM. En 2021 empezó a colaborar con diferentes cabeceras de Hearst. Juan ha editado varios libros de fotografía y lleva publicando en diferentes medios españoles y extranjeros más de dos décadas