Como editora de interiores, llevo mucho tiempo escuchando lo mismo de los interioristas: el minimalismo está pasando de moda y los interiores personalizados están ganando terreno. No obstante, hay elementos del minimalismo que siguen atrayendo, como las líneas limpias, los tonos neutros y la atmósfera relajante. Por eso los expertos han acuñado el término minimalismo cálido, una versión que no le teme al color, a las texturas ricas ni a los toques personales.
Los interioristas apuestan por la simplicidad sin renunciar al confort ni a la personalidad. En vez de espacios blancos y estériles con líneas duras, buscan curvas suaves y paletas terrosas que aporten calidez y profundidad a la estancia. Todo sigue teniendo un lugar y un propósito, pero el resultado es más humano y habitable.
“El minimalismo en 2025 trata de editar sin vaciar”, Megan Khalil, de Ellwood Interiors.
Dejando atrás los interiores fríos, asépticos y totalmente libres de objetos, los decoradores e interioristas ahora se inclinan por “espacios más cálidos y con carácter, que encuentran el equilibrio entre el minimalismo y el maximalismo”, explica Marcia Bryan, fundadora de Bryan Design Group.
¿Qué es el minimalismo cálido?
El minimalismo cálido es un estilo de diseño de interiores que combina la simplicidad del minimalismo con elementos acogedores y envolventes. “Es minimalismo, pero con corazón: donde las líneas limpias se encuentran con texturas cálidas, y los blancos suaves dejan espacio a tonos terrosos y toques de color”, explica la interiorista Carla Royder.
“Piensa en paletas neutras enriquecidas con texturas suaves como la lana y el lino, y materiales naturales como la madera y la piedra”, añade Taniya Nayak, diseñadora de interiores y experta en estilo del hogar. “Me encanta incluir muebles o ropa de cama neutra para sentar las bases de un espacio cálido y minimalista. Luego, puedes ir cambiando diferentes capas de decoración para adaptarte a nuevas tendencias o estilos”.
“El minimalismo cálido consiste en crear confort sin desorden”, explica Khalil. “Se trata de elegir calidad sobre cantidad e incorporar materiales naturales y tonos tierra que aporten calma y conexión al espacio. Mantén las cosas simples, pero no tengas miedo de añadir personalidad con objetos significativos o textiles acogedores”.
No todos los interioristas definen este concepto de la misma manera, aunque muchos coinciden en que se trata de un nuevo estilo que combina lo mejor del minimalismo y el maximalismo. “A mí me gusta llamarlo midimalismo: un punto intermedio entre ambos”, comenta la interiorista Peggy Haddad. “Es un estilo con capas, vivido, cálido, con textura e incluso color, pero nunca recargado ni abrumador”.
Según los expertos, el minimalismo puro puede ser difícil de lograr si no se cuenta con una arquitectura excepcional. “Puede sentirse frío y estéril, justo lo contrario de lo que quieres para tu casa”, señala Sarah Storms, de Styled by Storms. El minimalismo cálido resuelve ese problema al aportar capas de calidez y personalidad que el minimalismo tradicional suele dejar de lado.
Lorenzo Castillo, gurú del interiorismo en España: "El que haga minimalismo, fenomenal para él pero está totalmente fuera de moda".
Cómo replicar el minimalismo cálido
La diferencia entre un interior frío y uno acogedor puede estar en un punto focal. “Mi consejo para adoptar esta tendencia es empezar siempre con algo que te guste —ya sea un color, una antigüedad o un textil— y a partir de ahí, decorar con tonos suaves y texturas naturales”, comenta Samantha Tosti, de Tosti Design.
El resultado final está en los detalles. “Céntrate en unas pocas piezas clave, como una alfombra o una mesita de noche, para marcar el tono del espacio. A partir de ahí, puedes añadir capas de neutros y texturas suaves para lograr el estilo cálido minimalista que buscas”, explica Nayak.
Existen muchas formas de interpretar el minimalismo cálido según el estilo personal de cada uno. Haddad, por ejemplo, consigue este estilo combinando paredes en blanco cálido con muebles de madera rica, tapicería con textura y una mezcla equilibrada de tonos claros y oscuros. “Las alfombras tejidas a mano, las cortinas a medida en colores distintos al blanco y las lámparas de inspiración vintage aportan suavidad y carácter, mientras que los grises y los tonos piedra en tonos fríos ayudan a mantener el equilibrio de la paleta”.
