Hay muebles que se convierten en piezas fundamentales en los hogares, en verdaderos iconos del diseño gracias a su apariencia versátil y atemporal. Se adaptan como un guante a cualquier estilo decorativo y, además de resultar prácticos y cumplir su función con diligencia, pueden personalizarse para ser únicos y diferentes y reflejar así nuestro propio carácter.
BILLY, un clásico del diseño sueco
Si piensas en una de estas piezas únicas, seguramente te vendrá a la memoria la estantería BILLY, un modelo mítico de IKEA que nació en 1979 de la imaginación del diseñador Gillis Lundgren. Él quería crear un mueble que nunca pasase de moda y lo consiguió: lleva más de 40 años en el mercado y sigue siendo un superventas. ¿A qué tú también tienes una estantería BILLY en casa?
BILLY reúne las cualidades que le pedimos a un mueble moderno y funcional. Es fácil de usar, eficiente y asequible. De carácter modular, se acopla a los huecos de forma sencilla. Su profundidad es la justa y adecuada para exponer todos tus libros, aunque también acoge otro tipo de objetos: vajillas, adornos, zapatos y un largo etcétera. Puedes añadirle puertas, elegir el color a tu gusto o convertirla en el mueble de escritorio perfecto. BILLY te ofrece las máximas prestaciones en el mínimo espacio.
A pesar de su larga andadura, BILLY ha ido evolucionando con el tiempo, siempre manteniendo inalterable su esencia. Hoy es un mueble más sostenible, resistente y fácil de montar y también más asequible. Perfecto para cubrir las necesidades de los hogares del siglo XXI.
Las mil y una posibilidades de KALLAX
BILLY no es el único icono del diseño de Ikea que ha triunfado a lo largo de la historia de la compañía sueca. Hay otros muchos muebles que nacieron para cubrir una necesidad concreta y que terminaron por convertirse en piezas únicas. Hablamos de KALLAX.
La estantería modular KALLAX está pensada para guardar y organizar todas esas cosas que te acompañan día tras día. Entre las claves de su éxito destacan su sencillez, su versatilidad y su facilidad para adaptarse al espacio. El punto de partida de KALLAX es el cuadrado: una forma simple pero perfecta, exacta. A partir de esta forma geométrica el mueble adopta un sinfín de aplicaciones diferentes. Es perfecta en la zona de estudio si le añades un escritorio, puede utilizarse como expositor en una tienda o como un módulo de almacenaje en cuartos infantiles. También resulta ideal como mueble para la TV o como aparador en el salón, o como elemento para dividir dos ambientes de forma sencilla y flexible. La lista de opciones es interminable.
Una de las ventajas de elegir a KALLAX como solución de almacenaje en casa reside en el largo repertorio de opciones que ofrece para personalizarla. Además del color, puedes añadir puertas o elegir el tipo de cajas y contenedores para insertar en los huecos: de fibras vegetales, de tela o cartón, de plástico… Todas estas son opciones geniales para diferenciar tu KALLAX y hacerla más acorde a tus gustos, a tus necesidades y a tu propio estilo. ¡Atrévete!