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Aunque queda claro que llegamos a la mayoría de edad cuando cumplimos 18 años, la etapa de estudiante se alarga y también se prolonga el tiempo que los jóvenes comparten casa con sus padres. Cuando llega la ansiada independencia, es fácil continuar con malos hábitos, pero te vamos a recordar que la edad adulta tiene sus propios rituales.
Es probable que sea la primera vez que firmas tu propio contrato de teléfono móvil, que te inicies en el cálculo del gasto semanal en en la cesta de la compra o que de pronto te das cuenta de que alguien más joven que tú se está riendo de tu corte de pelo en Tiktok. Así que, si es la primera vez que pones el despertador para hacer ejercicio antes de ir a trabajar o empiezas a pensar que necesitas comprar muebles o piezas de decoración en tiendas online sin moverte de casa, es que ya has pasado la treintena.
Antes de cambiar el interiorismo, debes saber que todos los expertos coinciden en que hay algunos objetos que los treintañeros no deberían tener en sus casas. Cheryl Clendenon, diseñadora In Detail Design Collective, considera que "todos podemos dejarnos atrapar por el paso del tiempo y olvidar que ya no somos la misma persona que éramos en la universidad. Podríamos plantearnos presentar una versión más pulida de nosotros mismos a nuestros colegas e invitados en nuestra casa o, incluso, recuperar alguna pieza de la casa de tus padres ahora que la decoración de los años 70 vuelve a estar de moda.
El hecho de cambiar la decoración a un esquema de diseño más adulto no consiste sólo en causar una buena impresión, Clendenon pone el foco en que "cuanto más mayores nos hacemos, más tiempo pasamos en casa, solos o con invitados. Y crear un entorno en el que nos sintamos seguros y protegidos, y lo que es más importante, felices, proporciona una influencia estabilizadora en un mundo que, de otro modo, sería una locura".
Si tu economía flojea o tienes otras prioridades, la buena noticia es que no hace falta gastarse una fortuna en piezas de calidad. Para la interiorista Susie Novak, "hay grandes oportunidades en mercadillos, aplicaciones de compra-venta o páginas online, sólo necesitas echar un vistazo primero a esos sitios antes de lanzarte a por muebles nuevos o proyectos DIY".
En última instancia, crecer consiste a menudo en dejar ir. Para Lindsie Davis, diseñadora principal de Blueberry Jones Design, "si sigues aferrándote a objetos que ya no te sirven, no tengas miedo de soltarlos. Al igual que las personas, los hogares crecen y cambian con el tiempo, y es importante llenar tu espacio con piezas que evoquen bonitos recuerdos, pero también dejar espacio para crear otros nuevos".
Cuáles son los 10 objetos que debes olvidar en casa
Los diseñadores de interiores están hartos de recorrer casas y ver cómo sus habitantes se resisten a deshacerse, donar o vender ciertas piezas que ya han cumplido una función en su vida y que han pasado demasiado tiempo junto a nosotros. Seguro que tú tienes alguna en el trastero o en el fondo de algún armario...
1 Pósters o láminas que no vas a volver a colgar nunca
Si sigues aferrado a ese póster del concierto de tu vida o a cualquier cosa en la que aparezca un cóctel o una botella de licor, considéralo una señal de que debes pasar página. Según Cheryl Clendenon, "es hora de quitar los pósters, aunque estén enmarcados, y empezar poco a poco a reunir tu propia colección de arte. No tiene por qué ser caro, simplemente significativo para ti".
2 Cambia las tapicerías viejas o de mala calidad
La diseñadora de interiores Susie Novak argumenta que si hay tapicerías mediocres, como la de un sillón de Ikea demasiado usado, hay que tener en cuenta que "son demasiado endebles y no son buenas ni para el aspecto ni para la tranquilidad. Invierte en una pieza más bonita o compra una pieza de segunda mano que tenga mucha calidad o en una antigüedad».
3 Olvídate del colchón en el suelo
¿Todavía tienes el colchón de tu época de estudiante en el dormitorio? En ese caso, ya es hora de comprar un somier de verdad, y una cama cómoda. "Empiezas y acabas el día en tu dormitorio, y a medida que te haces mayor, una cama y ropa de cama lujosas pueden ser una gozada al final del día. Mi recomendación es que sea la primera compra cara que hagas en tu vida adulta. Y tu espalda también te lo agradecerá".
4 Platos, cubiertos y menaje de segunda mano
Lindsie Davis cuenta que a los veinte años es típico tener una vajilla usada. La diseñadora añade que para elevar tu nivel de anfitrión, invierte en un juego de vajilla y servicio a juego: piezas bonitas y duraderas. Añade a esta ecuación una bonita mantelería con servilletas de tela y un juego de candelabros, y "estarás listo para recibir a los invitados en un abrir y cerrar de ojos".
5 Cambia los muebles blancos
Según Novak, cualquier mueble de aglomerado blanco, especialmente las librerías, es sinónimo de dormitorios y habitaciones infantiles. En este sentido, la experta aconseja: "Cámbiate a una librería de calidad y compra algo de madera maciza".
6 Cambia el futón por un sofá en el salón
"Los futones no deberían graduarse de la universidad contigo, a menos que se queden en el desván. Un sofá de buena calidad es el mueble en el que sin duda debes invertir. Busca telas de alto rendimiento y cojines que puedas voltear para una mayor longevidad", según confirma la experta en decoración , dice Cheryl Clendenon.
7 Mejora el almacenaje en casa
A Susie Novak no le gustan las múltiples piezas de almacenaje de distintos acabados y tamaños apiladas a lo largo de una pared, algo que parece representar esos veintitantos años. En su lugar, recomienda invertir en un mueble de almacenaje más grande, incluso intentar que sea una solución a tu medida para optimizar todo el espacio y mejorar el orden de tu casa.
8. Decora el baño con accesorios estilosos
Aunque práctico, Lindsie Davis dice que el plástico no debería estar en el baño de una treintañera. Es hora de sustituir los recipientes desechables para el jabón de manos y los cubos de basura de plástico por alternativas más elevadas. Además, asegúrate de invertir en un buen juego de toallas y pon alguna planta de interior en el baño para que resulte más acogedor.
9. Deja de utilizar las sábanas como cortinas
La voz experta de la interiorista Cheryl Clendenon señala que las sábanas colgadas a modo de cortinaje deberían estar prohibidas para cualquiera que haya cumplido los 30 años, incluso siempre puedes recuperar los visillos del arcón de la abuela para ahorrar en la factura y ser más feliz. La decoradora argumenta que "las cortinas no tienen por qué ser caras para vestir las ventanas, pero a menudo aportan el toque final de estilo a cualquier habitación. ¿Y qué piensan los vecinos desde fuera? No engaña a nadie. Si el presupuesto es un problema, busca opciones prefabricadas que puedas encargar a una costurera local que las personalice para que tengan la longitud adecuada".
10 Invierte en una buena funda del nórdico
Lindsie Davis insica que "si aún conservas el edredón de un juego de cama, es hora de cambiarlo. La ropa de cama de calidad es esencial para un buen descanso nocturno, por lo que recomiendo derrochar en las mejores sábanas que puedas permitirte. Junto con las sábanas, invierte en un buen edredón, una funda nórdica y, por supuesto, el mejor colchón para tu espalda".
Belinda Guerrero es redactora digital especializada en decoración, arquitectura e interiores en Nuevo Estilo, aunque también escribe contenidos sobre jardinería, bienestar o mascotas. Le interesa la economía circular y la ecología, pero también las tendencias del interiorismo y encontrar trucazos para ahorrar tiempo o energía y conseguir vivir todos mejor en un entorno más sostenible. En la web de Nuevo Estilo también hace guiños al star system cuando bucea en las casas de los famosos españoles y de las celebrities con más seguidores en redes sociales. Belinda tiene una larga experiencia como periodista y también ha sido diseñadora gráfica, así que puede decir que ha ejercido en casi todos los frentes de la prensa, desde agencias de noticias hasta diarios y revistas, donde ha tenido la suerte de participar en el lanzamiento de grandes proyectos brillantes en los grupos de comunicación más importantes de España. También ha trabajado en producciones de moda, organización de eventos y en el departamento Boutique Creativa de Hearst, donde se creaban productos branded content y coordinaba equipos para diseñar revistas de empresa y fidelización para El Corte Inglés, Repsol o Renfe. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid para dedicarse a la profesión más bonita del mundo y ha tenido la suerte de seguir en esta maravillosa brega capaz de saciar su curiosidad infinita sobre cualquier tema. Ha escrito artículos de decoración, cine, belleza, motor, consumo, salud, economía, cultura, moda, gastronomía o medio ambiente; en realidad, sobre cualquier ámbito, incluida una de sus grandes pasiones: los viajes. Como redactora de la revista DeViajes, tuvo la suerte de pasear por todo el mundo durante una década y recibir el Premio de Prensa Escrita de Turismo de Flandes.