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En los meses de más frío es necesario tener un sistema de calefacción que sea eficiente y de calidad. Si se quiere disfrutar de un invierno mucho más cálido en los interiores y, a su vez, ahorrar energía, es preciso acertar en la compra de un sistema de calefacción que sea bueno, duradero y que garantice un alto rendimiento.
En este sentido, te damos algunas claves para que aciertes en la compra de un radiador de calefacción de buena calidad.
Tipos de radiadores
En primer lugar, hay que hacer mención especial a los distintos tipos de radiadores de calefacción. Por un lado, se encuentran los metálicos que se pueden organizar de la siguiente manera. Recuerda que hay que purgar los radiadores para evitar problemas. Estos son los diferentes tipos:
- Radiadores de hierro: son resistentes, tardan un poco más en calentarse e irradian calor de manera eficiente. No obstante, los radiadores de hierro fundido antiguos ofrecen una estética vintage que recuerda a los radidadores tradicionales.
- Radiadores de aluminio: al igual que los anteriores, se calientan de forma rápida, pero también tienen dos factores determinantes: son ligeros y económicos.
- Radiadores de panel de acero y los de acero inoxidable: ofrecen una respuesta muy rápida, disponen de aletas traseras y garantizan una durabilidad al paso del tiempo realmente interesante.
- Radiadores de diseño: hay empresas encargadas de realizar radiadores de diseño que con formas variopintas y singulares, diferentes a lo que comúnmente se conoce. Incluso, se pueden solicitar modelos personalizados o de colores.
- Radiadores toalleros: hay que destacar que estos son los más recurrentes para los cuartos de baño. Se disponen en la pared y ofrecen una practicidad única como para lograr un secado de las toallas muy rápido.
Radiadores eléctricos
Los radiadores de aluminio son los que tienen mayor presencia en los hogares. Bien es cierto que suelen ser de agua, pero también pueden encontrarse eléctricos; sin embargo, estos van a suponer un incremento considerable en la factura de la luz si el radiador no tiene algún tipo de adaptación para el bajo consumo. De todas formas, siempre es bueno cambiar los hábitos para gastar menos.
Hay que pensar que el tiempo que los tengamos en uso puede suponer un alto consumo de electricidad; por tanto, si se quiere ahorrar energía y en la factura de la luz, nada mejor como comprobar que son radiadores de bajo consumo o recurrir a otro modelo de radiador que no sea eléctrico.
Por supuesto, hay radiadores eléctricos de bajo consumo que sí pueden ser interesantes. Estos pueden calentar una habitación de tamaño reducido o, incluso, se pueden encender en una sola habitación si no se desea poner la calefacción en toda la casa. En realidad, puede ser una solución inteligente para ahorrar con la calefacción. Evidentemente, los hay de pared y otros con ruedas para su desplazamiento.
Tamaño y Potencia
La potencia del radiador es crucial para garantizar un calentamiento efectivo del espacio. Para calcular la potencia necesaria, considera:
- Superficie de la habitación. Se estima que se necesitan aproximadamente 100 vatios por cada metro cuadrado. Sin embargo, esto puede variar según la calidad del aislamiento, la altura de los techos y las condiciones climáticas.
- Aislamiento. Una casa bien aislada retiene el calor más eficientemente, lo que puede reducir la potencia necesaria. Si el aislamiento es deficiente, puede que necesites un radiador más potente.
Los sistemas más eficientes
La calefacción central/individual de gas es el sistema que ofrece mayor confort con menor mantenimiento. En una vivienda con una organización de radiadores por cada habitación, puede ser el mejor remedio contra el frío, aunque también se recomienda tener ventanas y cerramientos para el aislamiento. En el caso de una comunidad de vecinos, puede salir bastante rentable al compartirse los gastos; en cambio, en una vivienda unifamiliar puede resultar algo más caro, pero también es cierto que resulta muy eficiente.
Por otro lado, hay ganado un gran recorrido las calderas y estufas de biomasa (alimentadas con madera o pellets). Ofrecen buena relación eficiencia-ahorro y ayudan a calentar una estancia de forma rápida y natural; además, no genera un gasto continuado de energía, sino que se ciñe a un consumo natural que puede resultar beneficioso económicamente hablando. Este sistema es muy interesante si se quiere ahorrar en la factura de la luz.
En último lugar están estufas de gas y emisores térmoeléctricos (secos, fluidos y cerámicos). Hoy en día existen estufas de muchos tipos y que no tienen un elevado consumo, sino que ofrecen la garantía de reducir las emisiones de CO2, tienen un sistema de seguridad interesante y no tienen un consumo de gas elevado. Por tanto, pueden ser muy interesantes para calentar espacios como el salón y reducir los gastos en casa.
Radiadores con contador individual
Desde el año 2020, se establece la obligación de instalar contadores individuales en edificios con instalaciones de calefacción central, siempre y cuando sea económicamente rentable realizar esta operación. De este modo, se realiza una medición del consumo a través de un contador de energía, es decir, el usuario puede tener bajo control todo lo que consume y, además, puede encender y apagar la calefacción cuando lo desee a pesar de ser un sistema central en una comunidad de vecinos.
A todo esto, hay que añadir la función de los repartidores de costes. Con ellos se puede estimar la energía que emite el radiador sobre el que está montado. Por esta razón, es bueno que si se va a realizar la compra de radiadores para el hogar, se realice una instalación en la que se regule la calefacción mediante un controlador. Así puedes tener una casa más sostenible, eficiente y ecológica.
Laura Esteban es periodista experta en moda, belleza y redes sociales. Actualmente compagina la función de community manager en Elle Decoration con la redacción de artículos para diferentes revistas del sector. Ha escrito sobre moda, belleza, compras y tendencias en la web de las revistas como Clara, Instyle y Lecturas, así como para revistas en papel como Marie Claire o Mía. También crea contenido para redes sociales de diferentes marcas y para su propio perfil de Instagram. Estudió Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid y durante varios años trabajó como redactora y reportera en diferentes programas de televisión como Got Talent, Factor X o Gran Hermano. Se declara amante de la moda de segunda mano, de rebuscar en mercadillos para encontrar los mejores tesoros vintage y del estilo de las japonesas. Miranda Makararoff, Pezones Revueltos, Sofia Coelho, y Emili Sindlev son parte de su fuente de inspiración, aunque aspira a convertirse en Grece Ghanem dentro de unos años.