El hotel Honucai en Mallorca seduce con sus maravillosas vistas al mar
La brisa y la luz mediterránea bañan este refugio mallorquín en el que basta una ojeada al mar para desconectar y relajarse.

En hawaiano, honu-kai significa tortuga de mar y, precisamente, esta especie hoy se encuentra en plena recuperación en las aguas de Mallorca. Esta es, solo, una de las sorpresas con las que el hotel seduce al viajero que llega a él. Su ubicación en la Colonia de Sant Jordi, con espectaculares vistas al puerto donde hileras de barcos blancos y azules se mecen al compás de las olas, propiciala atmósfera perfecta para deconectar.
Pero el edificio tiene su propia historia. Los lugareños cuentan que, antes, Honucai fue el hotel Lemar. Sin embargo poco queda de aquel. Bondian Living se hizo cargo del proyecto de arquitectura y convirtió este alojamiento en un lugar de referencia en las islas Baleares. No es extraño: se trata de un estudio con el concepto cosmopolita muy arraigado, en parte gracias al espíritu internacional de su diseñadora de interiores: Diana Huete.
Y es que la decoración del hotel es una original combinación de piezas procedentes de lugares lejanos. Muebles de Bali, Marruecos, Colombia o Estados Unidos dan un aire cosmopolita al hotel, en el que viajeros de todas las nacionalidades se encuentran cómodos. Pero además se quiso añadir a la decoración elementos característicos de la isla. Ahí están los materiales nobles de Mallorca —mármoles, madera y piedras naturales trabajadas por artesanos autóctonos—, y también los delicados tejidos naturales baleares, como vaporosos linos o algodones tradicionales.
Cada detalle tiene como objetivo provocar sensaciones al viajero. Colores refrescantes que evocan el mar, ventiladores de techo que nos trasladan mentalmente hacia ciudades caribeñas, palmeras y otras plantas naturales, convierten al hotel Honucai en un lugar idóneo para olvidar las prisas. Y para dejarse llevar, no hay nada como reservar mesa en su restaurante Salicornia, ya sea en la terraza como en el espacio interior.
Su carta es un auténtico festival de productos frescos y de proximidad. El chef Pablo Tomás aporta toques vanguardistas a recetas que beben de la tradición. Prueba los pescados del día al horno de carbón, su coca de trampó o las exquisitas gambas rojas de Sóller. Deliciosos, también, son los arroces y fideuás, su especialidad. Pide una en buena compañía. Porque, ¿acaso hay un plan más apetecible que compartir una paella frente al mar?


Hotel Barceló Carmen Granada, de Ilmiodesign

Los 6 restaurantes en Barcelona más interesantes

Torre de Don Borja, un museo en Santillana del Mar

Un hotel en Valencia para viajar al art déco