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El último proyecto del estudio Ilmiodesign ha supuesto la transformación del hotel Hipotels Don Juan, en Cala Millor, Mallorca, en un oasis mediterráneo que celebra la conexión entre el diseño, el mar y la experiencia del huésped. "En cada decisión tomada para la renovación hotel, desde el diseño de mobiliario a medida y la selección de materiales hasta el estudio lumínico, nos hemos guiado por un mismo propósito: crear una experiencia emocional. Hemos buscado capturar la esencia del Mediterráneo”, comentan Andrea Spada y Michele Corbani, socios fundadores de Ilmiodesign. La intervención brinda al establecimiento una nueva atmósfera, cálida y natural, con una esencia puramente mediterránea.
Los espacios comunes se conciben como una secuencia fluida que conecta visualmente el interior con el paisaje exterior. En el vestíbulo, la madera adquiere protagonismo al envolver las columnas y marcar el ritmo del techo, donde los volúmenes curvos y las luminarias lineales suavizan la percepción del espacio. El blanco del mostrador y los relieves geométricos de la pared principal aportan textura y luminosidad, equilibrando la solidez de los elementos estructurales. Todo responde a un lenguaje orgánico y envolvente, con una paleta basada en beiges, cremas y marrones tostados. Las zonas de espera, amuebladas con sofás curvos y mesas de madera natural, prolongan esa sensación de serenidad mediterránea, mientras las plantas de gran porte introducen un acento verde que alivia la geometría del conjunto.
En las áreas de restauración, el diseño se aligera con mobiliario tapizado en tonos azul grisáceo y madera clara. Las mesas de líneas puras y los respaldos trenzados suavizan el ambiente sin renunciar a la sofisticación, mientras que las lámparas suspendidas y los techos retroiluminados crean una luz cálida y homogénea. En el restaurante buffet, los pilares revestidos con cerámica vidriada azul turquesa aportan frescura y dinamismo, en contraste con la piedra clara del pavimento y los revestimientos de las paredes. En el exterior, las terrazas prolongan esta narrativa mediante un mobiliario de cuerda trenzada, cojines en tonos oliva y mesas de piedra que acompañan el paisaje marítimo.
El proyecto reinterpreta la esencia mallorquina a través de una estética luminosa y natural. Los espacios abiertos, los materiales naturales y el diálogo constante con el entorno marino dan forma a una propuesta elegante, fresca y auténticamente mediterránea. "Un oasis mediterráneo donde el confort contemporáneo y la atmósfera balear se fusionan, creando experiencias memorables en cada espacio del hotel", explican Andrea Spada y Michele Corbani. El hotel, que pasa a ser de cuatro estrellas, se estructura ahora bajo una nueva identidad basada en la luz, la textura y el confort sensorial.
Por su parte, el spa, concebido como un refugio silencioso, está dominado por tonos suaves y una iluminación envolvente que potencia la calma. Las curvas del techo y las columnas revestidas en cerámica azul estructuran el espacio donde el agua y la arquitectura se funden, mientras la piedra clara y la madera refuerzan la idea de equilibrio y serenidad.
Más información: ilmio.design
