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Hay otra forma de conocer Mallorca. Más pausada, más silenciosa. Lejos de los tópicos y del bullicio de las zonas más turísticas, la isla ofrece un rostro distinto: campos abiertos, árboles frutales, molinos de viento que salpican el paisaje y caminos que invitan a perderse sin prisa. Es la Mallorca del interior, la que invita a viajar despacio, a reconectar con la naturaleza y con uno mismo. Es la Mallorca del slow travel.
En esa otra Mallorca, entre cultivos de cereales, almendros y viñas, acaba de abrir sus puertas Son Molí Country House, (del grupo de Can Bordoy Grand House & Garden), un agroturismo de 22 habitaciones ubicado en una finca de 50.000 metros cuadrados, a tan solo 15 minutos en coche de Palma y a 10 minutos de la playa. La ubicación es privilegiada: lo suficientemente cerca de la capital para disfrutar de su vida cultural y gastronómica, pero lo bastante alejada como para experimentar el ritmo lento del campo.
Son Molí Country House se asienta en el corazón del Plà de Mallorca, una de las comarcas agrícolas más fértiles de la isla. El paisaje, que en otro tiempo sostuvo buena parte de la economía local, conserva aún su carácter. La arquitectura del complejo respeta el estilo tradicional mallorquín: muros de piedra seca, persianas verdes y un molino de viento que preside la entrada y da nombre al lugar. No es un adorno: es un guiño a la historia, a esos más de 3.000 molinos que, durante siglos, fueron esenciales para moler trigo o extraer agua del subsuelo.
Ese respeto por la identidad local no se queda en la fachada. El interiorismo del hotel apuesta por una mezcla sofisticada y acogedora, donde los elementos rurales conviven con detalles de inspiración cosmopolita. Vigas de madera, camas con dosel y alfombras de fibras naturales se integran con espejos orientales, lámparas de líneas clásicas y muebles oscuros que aportan profundidad y carácter. El resultado es un equilibrio sutil entre lo tradicional y lo contemporáneo, entre el espíritu de la isla y los recuerdos de viajes lejanos.
La propuesta va más allá del alojamiento. La experiencia en Son Molí Country House está pensada para quienes buscan algo más que un destino. Clases de yoga al aire libre, paseos en bicicleta por rutas campestres, lecturas tranquilas junto a la piscina, talleres artesanales o actividades en el huerto ecológico del hotel forman parte de una estancia que combina lo esencial con lo sensorial. Más allá del turismo, Son Molí Country House representa una invitación a descubrir Mallorca desde dentro, despacio, con los cinco sentidos.
María Jesús Revilla es experta en temas de decoración, interiorismo, arquitectura y diseño tras una larga trayectoria en publicaciones del sector. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en sus comienzos profesionales como redactora trabajó en revistas de empresa, femeninas, juveniles, o incluso relacionadas con el mundo del motor.
Se considera una todoterreno que encontró su sitio y su pasión en la decoración y el diseño de interiores. Le entretiene rastrear y escribir sobre edificios icónicos de la arquitectura del siglo XX, leer y aprender sobre urbanismo sostenible y seguir las tendencias en decoración.
Con su trabajo ha descubierto que el interiorismo y la arquitectura influyen mucho en la calidad de vida de las personas y, por lo tanto, también pueden contribuir a mejorarla, algo que procura transmitir en todo lo que hace.
Tras muchos años en la redacción print de Nuevo Estilo, la revista decana de decoración en España, emprendió su andadura en la versión online de Nuevo Estilo y ElleDecor donde, además de escribir, desarrolla labores de coordinación de proyectos audiovisuales para la web.
María Jesús sueña con tener todo el tiempo del mundo para dedicarse al dolce far niente. A saber: pasear, darse baños en el mar, tomarse un vino y pasear un rato más (y tomarse otro vino)… sin preocupaciones.