Planifica los puntos de luz en el dormitorio

Necesitarás una iluminación puntual. Aplique metálico, de Lums Bertran.

coloca lámparas que te permitan una iluminación ambiental. No hace falta que sea potente, basta con bombillas de 60 W. Conmuta sus enchufes con un interruptor situado junto a la puerta y así, además de manejarlas desde la cama, también podrás encenderlas y apagarlas cuando entres y salgas del dormitorio. Lámpara, de El Baúl.

El dormitorio es una habitación concebida para el descanso y una luz cenital puede resultar molesta. Sustitúyela por halógenos dirigidos hacia los armarios: si sitúas uno cada 50 cm, el interior quedará perfectamente iluminado. Las lámparas de las mesillas servirán si tienen pantallas orientables, aunque también puedes colocar una librería sobre el cabecero e integrar halógenos Clase F en la base.

para accionar las lámparas desde la cama. Si no tienes mucho espacio, los apliques de pared despejan la superficie de la mesilla, pero elígelos con el brazo articulado para poder acercar la pantalla cuando leas. Aplique con pantalla cuadrada, de Bazar.

de Deumar Iluminación.

obstaculiza menos el paso que las cilíndricas. Pantalla de seda en Abaka.

Seda, pergamino y fibras naturales son las más utilizadas. A la hora de iluminar, ten en cuenta que las pantallas en tonos crudos dejan pasar la luz, mientras que las oscuras la amortiguan: los tonos mostaza, verdes y azules proyectan una luz sugerente, y los rojos, cálida. Aplique de pared en Kifil.

La pantalla debe ser suficientemente ancha como para dejar 25 mm alrededor de la bombilla, que será de 50 a 75 mm si ésta es de 100 vatios. De alto, debe cubrir los accesorios eléctricos y terminar sobre la base de la lámpara cuando se mire al nivel de los ojos. Pantallas decoradas con plumas de faisán en Abaka.