Cuando era pequeña, recuerdo el momento de irme a dormir como algo agradable y placentero. Con solo diez minutos enfrascada en cualquiera de los libros de mi colección de El Barco de Vapor, caía rendida ante Morfeo y no me despertaba con nada. Pero al hacerme adulta y empezar a tener cada vez más responsabilidades (y estrés), la cosa se complicó, y la calidad de mi sueño disminuyó en picado, al igual que mi energía. El contorno de ojos se convirtió entonces en mi mejor aliado durante el día, pero en la noche... nada me funcionaba, ni vídeos de ASMR ni infusiones. Hasta que descubrí la clave del descanso: el orden.
Como ves, no se trata de un producto milagroso, ni de una terapia viral traída por algún gurú extravagante de algún país remoto. Algo tan simple como seguir una rutina de orden en el dormitorio incrementa la calidad del sueño y viene de la mano de otros beneficios. ¿Lo mejor? Que con una visita a IKEA puedes hacerte con todo lo que necesitas para desterrar el caos de tus aposentos, porque la firma sueca es la máxima experta en cuestiones de orden y almacenaje. Pero antes de darte los tips de orden que me sirvieron a mí, quiero que sepas todo lo que puedes conseguir (más allá del dormitorio) si pones en práctica esta rutina. No exagero si te digo que es un life changer en toda regla.
Ordenar tu dormitorio está lleno de beneficios (y te lo voy a demostrar)
Para empezar, el mero acto de ordenar tu habitación de forma consciente, disminuye los niveles de estrés y ansiedad. En mi caso, con cada prenda que voy doblando y guardando en el armario, siento un alivio que va in crescendo. Y cuando el montón de ropa desaparece de la cama y la butaca, el bienestar es total. Además, de este modo optimizo el tiempo de mi día a día, porque al tener la ropa organizada, no necesito pasarme media hora buscando cada prenda. Y a propósito de la ansiedad, otro beneficio clave de seguir esta rutina es que un espacio ordenado puede ayudar a tu cerebro a asociar el dormitorio con descanso y relajación.
Por otro lado, está la cuestión de la calidad del aire. Y es que en un dormitorio limpio y ordenado, hay menos polvo y alérgenos, lo que mejora la respiración y, por ende, hace que te despiertes menos durante la noche. Y te lo dice una asmática con años de experiencia.
Otro de los beneficios reside en el concepto de rutina, algo que solemos asociar, equivocadamente, con aburrimiento. Porque tener hábitos no solo es saludable, sino también necesario para ''enseñar'' al cuerpo que cuando llega cierta hora, le toca dormir. Y por último, ¿qué me dices de esa sensación de confort cuando ves tu dormitorio ordenado? Para mí, al menos, no hay nada como una cama con sábanas limpias, cojines mulliditos y mantas suaves. Y ahora, sí que sí, te voy a contar cuál es la rutina que sigo cada noche y que me ha hecho dejar de posponer la alarma del móvil de una vez por todas (para alivio de mis vecinos).
1. Guardar la ropa en su sitio
No hay nada que me genere más agobio que ver la ropa amontonada por ahí, y lo peor de todo, ¡arrugada! Con lo que tardo en plancharla... Por eso mismo, la primera tarea de mi rutina consiste en ordenar la ropa. Para facilitarme la vida, siempre utilizo los organizadores de armario de la serie SKUBB. Lo que más me gusta es que hay un montón de modelos para cada necesidad: cajas para organizar la ropa interior, bolsas de almacenaje con tapa para mantener la ropa a salvo del polvo y los ácaros, fundas para guardar los abrigos, organizadores de bolsos y zapatos... Son, lo que hoy en día llamamos, un must have (y encima, asequibles).
En lo que se refiere al armario, para sacarle el máximo partido al espacio, lo mejor es optar por un armario modular que puedas diseñar a tu gusto. Si no sabes por dónde empezar, te recomiendo el sistema PAX, porque puedes elegir entre varios estilos, colores y medidas. Además, con los organizadores KOMPLEMENT puedes obrar milagros en la distribución del interior. Hay de todo: barras para la ropa, cajones y pantaloneros extraíbles, cajas con compartimentos... Si aun así, el dormitorio se te sigue quedando pequeño, las camas con almacenaje serán tu bendición.
2. Ordenar las joyas y los accesorios
Otra clave de mi rutina antes de dormir es organizar las joyas y complementos que haya usado a lo largo del día. Pero como mi dormitorio no es excesivamente grande, tengo un truco infalible: utilizar un tablero SKÅDIS como almacenaje de pared. Con los ganchos y recipientes de la misma serie, puedo colgar mis collares y hasta mis gafas de sol en cuestión de segundos. Y sinceramente, quedan monísimos.
3. Preparar el look del día siguiente
Tengo que confesar que esto lo aprendí de mi madre (y al principio me daba una pereza terrible), pero se ha convertido en uno de mis mayores hacks para optimizar el tiempo e irme a dormir tranquila. Y es que solo con saber que tengo la ropa y los complementos del día siguiente preparados, mi cerebro entiende que todo está en orden y pone el modo avión. Eso sí, para que la ropa no se arrugue, siempre la cuelgo en perchas como BUMERANG, porque son de madera maciza y evitan que las prendas delicadas –como camisas o jerséis de punto– se deformen.
Y por último, un consejito: acostúmbrate a hacer la cama todas las mañanas. Además de ayudarte a empezar el día con energía, cuando llegas a casa por la noche y ves el dormitorio así de ordenado, te invade una sensación de armonía maravillosa. Pruébalo y me cuentas.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).