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Desde las saunas nórdicas hasta ventilar la casa al abrir las ventanas, con temperaturas bajo cero en el exterior; los escandinavos guardan bien los secretos para dormir a pierna suelta. Al fin y al cabo, se encuentran entre los seres humanos más felices del planeta, según múltiples estudios sobre hábitos humanos, incluido el elaborado por el equipo de Happy Beds. Pero, ¿podrías encajar en tu rutina alguno de sus hábitos? Vamos a conocerlos y tú mismo lo decidirás, aunque siempre puedes probar el truco viral para dormir bien y rápido con una técnica militar.
1. Airear tu edredón cada semana
Arraigado en la cultura escandinava, airear el edredón al aire libre durante al menos cinco horas a la semana forma parte de su rutina habitual desde hace mucho tiempo. Según una investigación de Happy Beds, el 41% de las personas nunca ha lavado su edredón, a pesar de que alberga miles de células muertas de la piel y ácaros del polvo.
El estudio concluye que el aire frío y seco elimina eficazmente la humedad, evitando la acumulación de estos elementos. Además, la luz solar también tiene propiedades antibacterianas naturales y puede ayudar a eliminar las manchas. Considera la posibilidad de realizar esta tarea cada semana como parte de tu rutina de limpieza para mantener un entorno de descanso fresco e higiénico.
2. Dormir con edredones individuales
Según la investigación del equipo de Happy Beds, los escandinavos suelen optar por la solución de tener dos edredones separados -uno para cada persona- para regular eficazmente su temperatura y evitar el impacto de dar tantas vueltas en la cama.Los estudios han demostrado que este método permite a las parejas pasar más tiempo en REM profundo al tener menos despertares en mitad de la noche.
3. Ventilar el dormitorio antes de ir a la cama
Las temperaturas más frescas en el dormitorio permiten que circule el aire fresco.Inspírate en los países escandinavos y abre la ventana del dormitorio durante al menos 15 minutos antes de dormir, incluso cuando haga frío.
Los investigadores de Happy Beds han observado que en Suecia, Finlandia y Dinamarca, muchos bebés duermen al aire libre, incluso cuando hace mucho frío. Esto se debe a que muchos estudios demuestran que la exposición al frío ayuda a regular la temperatura corporal, lo que hace que el cuerpo entre en un estado de descanso. Sin embargo, naturalmente, sin cochecito, es más difícil dormir fuera siendo adulto. Por eso, una alternativa sencilla es mantener abierta la ventana del dormitorio antes de acostarse. Esto permite que circule aire fresco y contribuya a crear un entorno más cómodo y propicio para dormir.
4. Tomar el primer café al aire libre
Suecia tiene una rica cultura del café con una tradición milenaria de una pausa diaria para el fika, el arte de disfrutar lentamente de un buen café. Muchos escandinavos tienen la costumbre de disfrutar de su primera dosis de cafeína del día dando un paseo por la naturaleza para ayudar a regular sus ciclos de sueño-vigilia.
La investigación ha valorado que pasar tan sólo 20 minutos al aire libre con tu café, a la hora de comer, puede influir positivamente en tu ritmo circadiano. La exposición a la luz del día en las horas centrales del día, por ejemplo, durante el almuerzo, aumenta de forma natural los niveles de cortisol, lo que contribuye a incrementar el estado de alerta durante el día.A medida que se acerca la noche, los niveles de cortisol disminuyen de forma natural, allanando el camino para la producción de melatonina, también conocida como la hormona del sueño, dando paso a una transición más suave hacia un sueño reparador.
5. Sacudir las almohadas
Airear las almohadas al aire libre es una buena forma de secar la humedad y reducir los olores acumulados, pero también tienes que saber cómo lavarlas en la lavadora y que queden mullidas. Al igual que ocurre con los edredones, el mismo estudio de Happy Beds descubrió que una de cada cuatro personas ha conservado su almohada durante más de dos años, un tiempo superior al recomendado.
Elige bien las almohadas, que debes cambiar cada dos años y lavar con regularidad. Además, tienes que airearlas a menudo para que se seque la humedad del cabello y sacudirlas para que no se acumulen restos de piel, moho y hongos. Un buen cuidado de las almohadas aumenta su vida útil y contribuye a un entorno de sueño más saludable.
6. Crear tu propia sauna casera
Una sesión nocturna de sauna tiene un efecto positivo tanto en la calidad como en la duración del sueño. Dormimos más tranquilos cuando nuestros músculos están relajados, y tendemos a movernos menos. En Finlandia, los residentes terminan el día con una visita a la sauna, normalmente una o dos horas antes de irse a dormir. No es algo fácil, pero puedes intentar disfrutar de la experiencia de la sauna una o dos veces por semana, pasando al menos dos horas antes de acostarse para aprovechar todos sus beneficios. Si es imposible, pasamos directamente al séptimo consejo.
7. Darte un baño en agua caliente
Tomar un baño caliente justo antes de acostarte puede ayudarte a dormir profundamente. También deberías considerar añadir unas gotas de aceites esenciales en difusores calmantes como lavanda, manzanilla o eucalipto a tu baño para reducir tus niveles de cortisol. La combinación de agua caliente, vapor y aromaterapia crea un enfoque más rentable para la relajación que todavía tiene muchos beneficios relacionados con el sueño, según el equipo de Happy Beds.
