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Se calcula que más del 40% de los españoles duerme mal, lo que provoca problemas como la ansiedad. Cenas ligeras, una rutina que respete los horarios al acostarnos y una temperatura en torno a los 18º, facilitan el descanso. Además, la elección del colchón adecuado es esencial.
El doctor Scott Bautch, experto en quiropraxia, aclara que el colchón no debe ser demasiado rígido, porque agarrotará la espalda al no respetar la curva de la espina dorsal y de los músculos que la rodean. Pero tampoco muy blando, o nuestro cuerpo se hundirá y no soportará su propio peso. La postura adoptada durante el sueño también es clave. El rechazo a dormir boca abajo es unánime entre los expertos, ante el riesgo de provocar lesiones y dificultar la respiración. Eduardo Zamorano, del Colegio Profesional de Fisioterapeutas, asegura que la postura ideal es la posición fetal, de lado y con las piernas flexionadas. ¿El plus? Colocar una almohada entre las rodillas para aliviar la presión sobre caderas y espalda.
Espumas de última generación, muelles envueltos en fundas que ya no suenan ni entran en contacto con el cuerpo… La evolución técnica ha supuesto un avance en la fabricación de colchones. Los de látex, elaborados con hilos de caucho elásticos, se adaptan a la temperatura del cuerpo. Y los viscoelásticos son los herederos de las investigaciones de la NASA para encontrar un material que soportase la presión del cuerpo de los astronautas en los despegues y aterrizajes.
Elegir un buen colchón es algo esencial para garantizar el sueño, pero también contar con el somier adecuado. Los modelos articulados son cada vez más demandados, ya que permiten adoptar la postura más cómoda en cada momento. Apunta estos tips antes de escoger el tuyo.
Comprar un colchón es una inversión importante para la salud, ya que lo usarás durante muchos años. Elige el que más se adapte a ti y duerme a pierna sueltaEstos son los aspectos y materiales que debes conocer para mejorar tu salud y tu descanso.
Qué debes tener en cuenta a la hora de elegir el mejor colchón
- Los colchones de látex y viscoelásticos son las mejores opciones para camas articuladas. Son materiales muy flexibles que se adaptan perfectamente al movimiento del somier y vuelven a su estado natural con gran facilidad.
- La funda protege al colchón de las manchas y la humedad. Lo ideal es que sea transpirable, especialmente para colchones de látex, y desenfundable. Existen tejidos acolchados, que suman comodidad, y con tratamientos antiácaros.
- Los somieres con láminas de madera ofrecen una gran firmeza, además de un ajuste ergonómico y perfecto a la columna vertebral, independientemente de la altura, el peso y la posición al dormir.
- Cuestión de estética. El somier articulado puede ir sobre cuatro patas, encajado en un canapé abatible o en una estructura de madera vista o tapizada. Escoge la opción que mejor vaya con la decoración de tu dormitorio.
Los colchones son la base imprescindible para disfrutar de un sueño reparador. De ahí la importancia de invertir en el material que mejor se adapta a tus características fisiológicas, dolencias y hábitos de sueño. Junto a él, los somieres articulados ofrecen numerosos beneficios, como una mayor transpiración del colchón.
- El colchón debe ser 20 cm más largo que la altura de la persona que dormirá en él. El ancho se estima en 90 cm para un modelo single y en 150 cm para parejas. Cama y colchón Emily, de la firma Laura Ashley; en 150 cm (1.275 €/el conjunto).
- Y si sois dos en la cama... Este dato condiciona por completo una adecuda elección. Si la diferencia de peso no es grande, basta con elegir un colchón que combine dos firmezas distintas, pero sin que haya más de un salto de dureza entre ellas.Cuando los cuerpos son como la noche y el día, la mejor opción son dos colchones unidos mediante una cremallera: al llevar una solapa, la separación no se nota cuando son colocados sobre el somier.
- ¿Eres caluroso o friolero? Valora esta característica al pensar en el material del colchón. Si eres caluroso, no dudes en elegir uno de muelles; la distancia entre éstos crea una ventilación natural perfecta y hace que siempre esté fresco. Otra opción son los modelos de látex; permiten descansar sin añadir calor porque el aire fluye en su interior. ¿Eres muy friolero? Entonces piensa en uno viscoelástico porque se adaptará a tu cuerpo.
- ¿Cómo duermes? Elige un colchón duro si descansas boca arriba (en posición supina) o te gusta estar plano. Pero si sueles dormir de lado, mejor piensa en uno de mayor flexibilidad, para que los hombros puedan hundirse levemente. ¿No paras de moverte? Un colchón bastate firme evitará que te hundas o te cueste darte la vuelta.
Cómo elegir un buen colchón
Es fácil encontrar colchones a buen precio, incluso te permiten probarlos durante un tiempo, así que no hay excusa para empezar a dormir de un tirón, de una vez por todas. Por cierto, tan importante es una buena base como una almohada cómoda y buena, que se adapte a tus necesidades.
- ¿Duro o blando? No hay uno mejor que otro para la espalda. La firmeza del colchón es una cuestión de peso (a mayor peso, mayor firmeza), de costumbres (es preferible duro, si duermes de espalda) y de gustos personales.
- Colchón con muelles, si pasas calor. Estos colchones son muy transpirables y frescos. Lo último en muelles son los ensacados, en los que cada uno, de forma independiente, va metido en una bolsa textil. Este sistema hace que los colchones sean totalmente adaptables y con independencia de lechos. Los de firmeza media están indicados para personas ligeras. Si pesas más de 100 kg, necesitarás un modelo de gran firmeza, para no hundirte en él.
- Colchón viscoelástico, más sensible al peso. Y a la temperatura, por lo que se adapta totalmente al cuerpo y suelen dar más calor. Los modelos de densidad alta son los mejores: 50 kg/m3 como mínimo, y es importante que tenga un buen
tratamiento termoregulador, con varias capas -algodón, bambú- aislantes. - Flexible, con base articulada. El colchón siempre debe ser de un material que se adapte a los movimientos de la base articulada, por lo tanto, opta por uno de espuma, de látex o de muelles embolsados.
- Con núcleo de látex. Se consideran de látex natural los que tienen al menos un 85% en su composición. Resultan confortables y ofrecen un soporte adecuado, aunque no la mejor transpiración. En camas compartidas, un colchón de látex o uno de muelles embolsados mantendrán igualmente la independencia de movimientos.
- Los colchones desenfundables son complicados de manejar a la hora del lavado. Lo mejor es que dispongan de una funda fija y añadirle un protector fácil de poner y quitar. Búscalo en tejidos que regulen la temperatura durante la noche.
Cuáles son los mejores colchones para la espalda
Elegir una buena pieza de espuma, muelles o viscoelástica tiene que ver con tu salud y también con el peso de cada persona, por eso nunca debes seguir la misma guía para adquirir un colchón infantil que uno para una persona que tiene problemas de columna, incluso hay colchones que se hacen a medida.
- ¿Cuándo cambiarlo? Como máximo, cada 10 años. Los materiales se van deteriorando y pierden sus propiedades de confort, no garantizando el descanso.
- Firmeza. Escoge dependiendo del peso corporal. Un colchón blando para personas de menos de 70 kg; uno medio hasta los 100 kg y uno firme si superas este peso.
- Todo cuenta. La combinación del colchón, la almohada y la base (somier o canapé) es la que nos garantiza un sueño reparador. Elige todo a la vez.
- Ancho y largo. Para que una persona duerma cómoda, necesita un ancho mínimo de 75 cm y 1,50 m si son dos. De largo, deben quedar unos 10-15 cm por debajo.
- Materiales. Nos garantizan un descanso agradable con una temperatura uniforme.
Colchones de gran calidad
Las firmas dedicadas al descanso buscan la mejora continua, por eso siguen los estándares de fabricación y apuestan por la innovación en textiles, ergonomía y prestaciones de los colchones. Las últimas novedades son estas.
- Renuevan la piel. La tecnología aplicada a la fabricación de colchones de nueva generación proporciona protección cutánea, revitalizante y regeneradora.
- Ofrecen propiedades higiénicas, elimina el olor y las bacterias.
- Colchones atérmicos. Generan una sensación térmica neutra muy confortable.
- Retienen y evaporan la humedad tras la transpiración corporal, por lo que el colchón se mantiene seco y se reduce la evaporación y la temperatura del cuerpo.
Busca el somier que mejor te va
- Articulados con motor. Con tres, cuatro o cinco planos. En función de ello se recomiendan para personas con problemas de circulación, de articulaciones o reducida movilidad de cervicales y cuello. Los de cinco ajustan la posición de éste, además de elevar el tronco y las piernas.
- Y además ¡con masaje! Son modelos que articulan, vibran y masajean en tres zonas difererentes y con distinta intensidad. Así inducen a un descanso más completo.
- ¡OJO! Voltea tu nuevo colchón una vez al mes: alargas su vida.