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15 ideas para cocinas en dos frentes que merece la pena copiar
Desde los colores hasta el espacio de almacenamiento, estas cocinas en paralelo tienen mucho estilo y ocupan poco espacio.
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Es una de las configuraciones más típicas en las cocinas cerradas. A diferencia de las cocinas abiertas que suelen contar con un único frente en el que se agrupa la zona de cocción y la zona de agua, las cocinas cerradas suelen distribuirse en paralelo con dos frentes de muebles, uno frente a otro. En uno de los lados suele está la placa de cocina y el horno con amplio espacio de encimera y el fregadero puede ubicarse en el otro frente. Pero hay muchas posibles opciones a la hora de montar una cocina tipo galera en dos frentes.
Es también una de las mejores opciones para las cocinas estrechas y alargadas. Si la cocina es pequeña puede que solo acepte un frente de muebles, pero incluso cuando no hay mucho espacio puede colocarse otra fila de muebles más estrechos. Según Silvia Martínez, interiorista, la mejor distribución para una cocina pequeña es "en forma de pasillo todo está al alcance de la mano".
Cocinas tipo galera: dos frentes de muebles
Largas, estrechas y a menudo muy mal aprovechadas, las cocinas tipo galera son las protagonistas hoy, y es que también pueden ser cocinas muy bonitas y funcionales. Nacidas de la eficiente distribución de las cocinas pequeñas, estos espacios lineales ofrecen más potencial del que podríamos pensar en un inicio. Los expertos de la firma de muebles de cocinas Santos aseguran que con las cocinas alargadas hay que optimizar el espacio y la funcionalidad y esto "implica organizar los elementos de forma que se aproveche al máximo cada centímetro. Una distribución estratégica de zonas específicas, como la zona de cocción, el área de preparación y la de almacenamiento, contribuirá a una mejor fluidez en la cocina".
Carlos, experto en cocinas de Leroy Merlin nos da las medidas que debes tener en cuenta a la hora de reformar tu cocina si vas a usar una distribución en dos frentes, "para asegurar el paso de dos personas entre diferentes encimeras es recomendable dejar un paso libre de 1,20 metros". Las encimeras de cocina suelen tener una medida estándar de 60 ó 65 cm de fondo, pero hay encimeras de 50 cm. De esta forma puedes jugar con las medidas para lograr poner dos frentes de cocina en una cocina alargada y estrecha.
Los expertos de IKEA aconsejan que "los frentes lisos y sencillos son la base para crear una cocina acogedora" y por supuesto al crear menos ruido visual crearán más sensación de amplitud y profundidad. Otra gran idea que nos recomiendan es dejar uno de los frentes sin muebles superiores y colocar baldas más estrechas y estantes que nos darán también espacio de almacenaje si ocupar tanto espacio.
Con las decisiones de estilo y decoración adecuadas, una cocina tipo galera puede convertirse en un espacio elegante, acogedor y muy funcional. Si empiezas desde cero o sencillamente quieres reformar tu cocina actual, estas ideas para cocinas alargadas y estrechas equipadas en dos frentes paralelos te confirmará que incluso los espacios más pequeños pueden albergar cocinas modernas, funcionales y muy bonitas.
Quita los muebles superiores en uno de los frentes o en los dos
Si quieres ampliar la sensación de espacio en una cocina alargada y estrecha prueba a retirar los muebles superiores de un lateral para reducir el volumen visual y mejorar la circulación de la luz. Esto también hará que la cocina parezca más amplia y ventilada, un truco especialmente útil en casas con techos bajos. Y si necesitas más espacio de almacenaje, pon una o dos baldas flotantes para organizar la cristalería más bonita o una pequeña colección de hierbas y plantas.
Sinead Trainor, directora de cocinas de LochAnna Kitchens, comenta: «Si el espacio es estrecho, opta por estanterías abiertas en vez de armarios altos. Esto también puede hacer que la cocina parezca más luminosa, rompiendo la densidad de los armarios altos».
Crea contraste con color
Los muebles de cocina inferiores oscuros y los superiores claros logran el equilibrio perfecto entre sobrio y etéreo. Prueba con tonos carbón y tiza, azul medianoche con gris paloma, o incluso verde esmeralda con blanco cálido, como en este ejemplo. Este contraste entre arriba y abajo aporta estructura visual y evita la monotonía de las cocinas monocromáticas.
Si añade tiradores, prueba con una forma cuadrada y poco convencional en un tono complementario, como los semicírculos rosa pálido que se han elegido aquí, que suavizan el efecto general y le aportan carácter.
Muebles de cocina con acabado brillante
En una cocina pequeña y cerrada, el reflejo de la luz es fundamental. Los muebles brillantes, los frentes con espejo, los azulejos vidriados e incluso los suelos de hormigón pulido contribuyen a que la luz natural y artificial se distribuya uniformemente, haciendo que el espacio parezca más grande y luminoso.
Apuesta por frentes lacados en tonos claros, grifería cromada o armarios con frente de cristal para un cambio inmediato pero sutil.
Engaña la vista con espejos
Un truco que copiamos de los baños pequeños y de los pasillos más estrechos: los espejos pueden duplicar la luz y el espacio en la cocina también. Prueba con un frente de espejo, puertas con acabado brillante o incluso un espejo de cuerpo entero al final del espacio alargado. Crea la ilusión de profundidad, realza la luz e incluso añade un toque de glamour.
En esta cocina, decorada por el interiorista Martin Wharton, se añadieron paneles de espejo alrededor de la ventana de la cocina para aumentar su tamaño y reflejar más luz: una auténtica genialidad, en nuestra opinión.
Una pared con papel pintado
¿Quién dice que una cocina pequeña no puede apostar por los estampados? Esta cocina en dos frentes demuestra que una pared colorida y floral (en este caso, el papel pintado Hollyhocks de House of Hackney) puede transformar por completo un espacio pequeño.
Al realzar la cocina con un derroche de flores en la pared del fondo, el diseño atrae la mirada hacia adelante y alarga la estancia con ingenio. En equilibrio con armarios en rosa suave, encimeras de terrazo y estanterías abiertas, el espacio está zonificado, invitando a la luz y abrazando los estampados con estilo.
Frente de cocina llamativo
Una cocina estrecha es el lienzo perfecto para poner azulejos llamativos o acabados impactantes y reflectantes. Ya sean azulejos de Delft hechos a mano, hidráulicos geométricos o un elemento recuperado, un frente original puede realzar una cocina alargada y convertirse en su punto focal.
Elige materiales que combinen con el resto de la cocina: en este caso, un panel de cobre envejecido de una empresa de chapa metálica sirve como un protector de pared original pero dinámico.
Capas de materiales naturales
La incorporación de madera suavizará los bordes de los electrodomésticos y los acabados de alto brillo. Estantes de roble, muebles de nogal o incluso una mesa de carnicero pueden aportar calidez a una cocina pequeña. Esto es especialmente efectivo en cocinas neutras que corren el riesgo de resultar frías o monótonas. Las vetas texturizadas y los tonos cálidos añaden interés visual sin opacar la estrechez del espacio: la madera de ingeniería teñida es limpia y acogedora.
Por regla general es aconsejable elegir colores y estilos con los que seguirás estando a gusto con el tiempo, en vez de escoger muebles de cocina impulsado por las últimas modas. Incorporar madera y otros materiales y tonos naturales a la cocina garantiza la durabilidad del estilo.
Optimiza el espacio con electrodomésticos integrados
En las cocinas estrechas y alargadas, la continuidad es clave. Hornos empotrados, placas de inducción, frigoríficos y congeladores integrados e incluso cajones extraíbles pueden mantener el espacio impecable y con estilo. Los electrodomésticos que se integran en los armarios o que quedan a ras de la encimera creará líneas limpias y rincones visualmente atractivos, como en esta cocina.
Las cocinas tipo galera son como "cocinas invisibles", donde las diferentes zonas se camuflan y ocultan. Así el espacio conserva su funcionalidad a la vez que se integra a la perfección con el resto de la casa.
Usa el color para zonificar y expandir
En una cocina pequeña o estrecha, puede ser tentador dejarla en colores neutros y evitar detalles llamativos. Sin embargo, añadir un efecto de pintura impactante, como dos tonos u otros estilos artísticos como el festoneado, atraerá la mirada hacia arriba y hacia afuera, alejándola de la estrechez.
Un tono más oscuro en la pared del fondo ayuda a ampliar la perspectiva, mientras que los bloques de color en uno de los lados de la cocina rompen la simetría y aportan un toque moderno. Incluso las zonas pequeñas, como el interior de una hornacina o la base de una barra de desayuno, pueden ganar mucho con un toque de color inesperado.
Añade interés arquitectónico
La distribución de cocina no tiene por qué ser cuadrada. Si estás reformando tu cocina, opta por incorporar un arco para añadir un toque sutil de encanto. Incluso instalar lám,paras o apliques curvos o usar azulejos festoneados puede reflejar esa elegancia arquitectónica. Es un pequeño detalle que contrarresta sutilmente la rigidez de una cocina estrecha con muchas líneas rectas. Y mucho mejor si la pintas de un color llamativo para atraer las miradas.
Una iluminación que guíe las miradas
No hay razón para que las lámparas de la cocina deba quedar reducidas a focos empotrados. Una buena iluminación es esencial en una cocina, sí, pero en una cocina de estilo galera, también es una oportunidad para añadir estilo. Prueba con una hilera de minilámparas colgantes en el centro o apliques de pared retro. Las lámparas empotradas y plafones quedan mejor en casas con techos bajos, mientras que las luces LED bajo los armarios aportan la luz perfecta al ambiente nocturno.
Aquí, una lámpara colgante de esmalte negro se combina con apliques de pared a juego para lograr un look vintage que conserva su estilo moderno y sofisticado.
Jazz up the quiet corners
Un rincón de servicio en una cocina estrecha no tiene por qué ser aburrido. Aquí, dos coloridas láminas enmarcadas dan vida a una pared que hubiera quedado muy sobria, demostrando que el arte encaja tanto en la cocina como en el pasillo. Al evocar los tonos de ls alegres tiradores rojos y los azulejos azul océano, los cuadros unifican la paleta y añaden un toque de personalidad justo donde menos se espera.
Ordena los estantes con estilo
Si cambias los armarios por estanterías abiertas, dedica un tiempo a organizar lo que vas a exponer. Agrupa los artículos por color o material (cerámica, vidrio, madera) y deja un espacio entre ellos para evitar el desorden visual. Unos cuantos libros de cocina, plantas colgantes y bonitos frascos suavizan mucho una distribución utilitaria y le aportan personalidad.
Frentes a juego
Si te inclinas por el minimalismo, las cocinas en dos frentes son el lugar ideal. Con su diseño lineal natural y eficiencia integrada, este estilo de cocina queda mejor cuando se reduce el desorden y cada detalle es intencional.
Las estanterías abiertas sustituyen a los voluminosos muebles altos, permitiendo que el espacio respire y dando a tus piezas favoritas (cerámica, cristalería, una hermosa tetera) un lugar protagonista. Mantén una paleta de colores inspirada en la naturaleza, líneas limpias y materiales auténticos. Unas pocas texturas bien elegidas (piensa en madera sin tratar, latón mate, piedra con vetas suaves) aportan más valor a una cocina alargada.
Abre la cocina y espacio
Las cocinas alargadas no siempre tienen que estar completamente cerradas, especialmente si el espacio es pequeño. Si es posible, derriba una pared para crear una ventana o una barra de desayuno, de esta forma conectas la cocina con las habitaciones adyacentes.
La cocina ganará mucha luz y visibilidad sin renunciar a la funcionalidad de una cocina en dos frentes. Incluso cambiar una puerta por una de cristal puede marcar una gran diferencia.
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