Una cocina abierta, amplia y luminosa
Luz, amplitud y belleza definen esta cocina donde el blanco multiplica la luminosidad, la madera caldea el ambiente y la ausencia de tabiques marca la distribución, abierta al recibidor.

Esta cocina, abierta al recibidor y al salón, se convierte en centro neurálgico de la casa. Para los armarios se optó por el blanco, una apuesta segura por su claridad, por la luminosidad y por la sensación de amplitud que genera. La combinación con la madera de roble, inspirada en el estilo nórdico y presente en vigas, paneles de pared, armarios y en el suelo, contrarresta la línea minimal del mobiliario y caldea el ambiente. La distribución en U, con tres zonas bien diferenciadas (de almacén, de cocción y de lavado), facilita el trabajo de preparación y elaboración de alimentos. Un plus muy funcional: la encimera de la península se prolonga en un lado como barra para desayunos. Tanto el diseño como el mobiliario son de la firma Santos.


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