- 15 cocinas lujosas, bonitas y elegantes para inspirarte
- Tendencias de colores para la cocina que se verán en 2025
- 25 cocinas modernas, actuales, prácticas y bonitas para tu casa
En un edificio residencial de los años 70 en Pinar de Chamartín, Nota Estudio ha ejecutado una increíble transformación en un espacio de solo 35 metros cuadrados, que ahora comprende una cocina con office, lavandería y despensa. Lo que inicialmente era un área muy compartimentada y obsoleta, con paredes de gotelé en un tono amarillo albero, muy poco almacenaje, iluminación escasa y un aseo utilizado como trastero, se ha convertido en el renovado corazón de un hogar donde la luz y la funcionalidad son ahora protagonistas.
Juliette Abello y Rebeka Németh, las mentes creativas detrás de Nota Estudio, abordaron este proyecto con una visión clara: crear un espacio que reflejara la personalidad de su propietaria y su mascota, un precioso galgo. "Nos encontramos con un espacio marchito, que a través del diseño hemos cuidado para que florezca", explica Juliette.
La distribución original presentaba múltiples barreras visuales que fragmentaban el espacio, generando sensación de estrechez y oscuridad. La intervención eliminó estas divisiones innecesarias, creando una continuidad visual entre la cocina y el pasillo principal, que amplía la percepción espacial desde el momento en que se accede a la vivienda. A su vez, el paisaje verde del exterior accede sutilmente al interior a través de la paleta de colores escogida, desdibujando los límites.
El concepto creativo gira en torno a la flor del jazmín, favorita de la propietaria. Las interioristas trasladaron las cualidades de esta planta –frescura, luminosidad y delicadeza– al proyecto, materializándolas en cada decisión. Este punto de partida orgánico conecta con la apuesta cromática de la intervención, que huye deliberadamente de la frialdad.
El estudio ha cultivado un minimalismo cálido que protagoniza todo el espacio. La base de tonos neutros concibe un ambiente que evoca refugio y confort, un santuario doméstico donde cada elemento cumple una función específica sin resultar superfluo.
La materialidad juega un papel fundamental en la creación de esta atmósfera equilibrada. Los accesorios y elementos pequeños de acero inoxidable aportan toques contemporáneos, mientras la madera natural añade calidez y conexión con lo tradicional. El porcelánico, por su parte, contribuye con su practicidad y resistencia, creando un conjunto armónico donde funcionalidad y estética van de la mano.
Uno de los aspectos más interesantes del proyecto es su dimensión nostálgica, conseguida mediante la integración de elementos originales. Las diseñadoras recuperaron y restauraron meticulosamente las antiguas sillas de enea de la cocina, confiando este trabajo a Cestería Sagon. También incorporaron varios muebles de almacenaje con valor sentimental para la propietaria, creando un diálogo entre pasado y presente que enriquece la narrativa de todo el espacio.
El resto del mobiliario fue seleccionado para mantener la coherencia estilística. Las luminarias, fabricadas a medida con pantallas de lino en OLOFANE –un comercio del barrio madrileño de La Latina–, añaden textura y calidez, complementando perfectamente la atmósfera general.
Proyecto e información: Cortesía de Nota Estudio.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).