Hay cocinas que enamoran con solo verlas, que nos trasladan a lugares de ensueño sin necesidad de comprar ningún billete de avión, que invitan a reunirnos con los nuestros y que le dan un nuevo matiz a la experiencia gastronómica. La cocina que hoy te mostramos es todo eso y más.
Forma parte de una casa familiar de cuatro plantas en Las Rozas, vivienda que conserva la solera y el encanto de los macizos ventanales de madera, las puertas con molduras, los rodapiés clásicos y un amplio salón.
Sin embargo, la cocina no se había actualizado en veinte años y el diseño no casaba con la decoración del resto del hogar. Eva S. García, del estudio de interiorismo El Ático de Daniela, se encargó de darle un nuevo estilismo. ''El proyecto de interiorismo que nos confiaron tenía varios objetivos. Por un lado, y el más importante, la renovación de la cocina. Por otro lado, aumentar el paso de luz entre el salón y la cocina, conectando visualmente los espacios a su vez'', explica.
Distribución original
La planta contaba con un cuarto de la limpieza en el distribuidor, entre el salón y la cocina, detrás de la zona de aguas de la cocina. El salón quedaba cerrado por dos puertas ciegas y el aseo de cortesía no se podía cambiar de ubicación.
Otro elemento de desconexión era el suelo, que tras reformas anteriores mostraba diferentes materiales en un reducido espacio (parquet en dos tonalidades, baldosa y un material vinílico).
La reforma paso a paso
Para poder conectar los espacios había que derribar el cuarto de la limpieza, redistribuir la cocina para que permitiera abrir una parte de la pared principal y retirar las puertas hasta el techo del salón. Además de estas obras principales, se decidió unificar el suelo de toda la planta con un laminado de la firma FINSA que permite sellar de forma estanca las zonas de agua, como la cocina.
Los cuarterones de hierro negro con cristales, que son protagonistas tanto en la cocina como en el salón, se convirtieron en el elemento principal de conexión visual y canal de luz hacia ambos lados de la planta.
Más luz en la cocina
Con el objetivo de aumentar la claridad en la cocina, el estudio optó por muebles blancos con preciosos tiradores de hierro en negro, unificando ese toque industrial que muestran algunos elementos del mobiliario del salón.
Cuestión de estilo
La estética de la cocina podría considerarse una mezcla de estilo rústico y provenzal, con un ligero guiño al industrial. Desde luego, la contribución del office con su mesa redonda y sus sillas de color verde empolvado, es inestimable.
''Para el estilismo de las fotos, quisimos olvidarnos de que una cocina suele considerarse solo como un espacio funcional y decidimos recrear una celebración por diversos motivos: por la finalización del proyecto, y por los exquisitos objetos personales del cliente que cuentan su propia historia y merecen ser expuestos. ¡Cómo no mostrar el juego de café de plata de herencia familiar, o la impactante fotografía de una biblioteca destruida durante una guerra, o el retrato del propietario de niño enmarcado en pan de oro!'', comenta Eva.
Así estaba antes de la reforma
Proyecto e información: Cortesía de El Ático de Daniela.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).