¡Cómo nos gustan las cocinas provenzales! No importa que se trate de un apartamento en Sevilla o de un piso en Santander, el efecto es el mismo: colores suaves, materiales naturales, mucha luz y un ambiente acogedor que nos traslada como por arte de magia al relax de la campiña francesa.
En esta ocasión, el arquitecto tortosino Ivan Gas, ha realizado una transformación sorprendente con esta cocina de estilo provenzal. ''Quería crear sobre todo una cocina acogedora, que te diera unos «¡buenos días!» alegres, cargados de buen rollo y que permitiera a mis clientes empezar el día con la mayor energía posible''.
Con este propósito, se planteó el proyecto desde la perspectiva de crear un nuevo espacio y no desde el prisma de reformar solo el mueble cocina. Una experiencia agradable y memorable era el principal condicionante para que el diseño diera con la tecla. ''Actualmente, la gente no solo me pide que su cocina sea funcional (que por supuesto) sino que me exigen una experiencia entrañable''.
El estilo provenzal tiene una estética asociada a la belleza, la armonía y la sutileza, valores muy acordes con la demanda de este encargo. Por este motivo se quiso que la cocina tuviera esa apariencia provenzal, pero con tintes eclécticos para impedir crear un aspecto demasiado recargado. De alguna manera podemos decir que la cocina es un estilo provenzal fresco y modernizado.
El arquitecto insiste en que ''mis cocinas no se esconden, sino todo lo contrario, tienen un lenguaje y un estilo muy marcado porque quiero darles personalidad. Una cocina sin personalidad no transmite nada, y eso no me interesa''.
El proyecto juega con el verde pastel, el conglomerado de piedra, la madera envejecida y azulejos geométricos para solucionar todos los encuentros. El mismo material aparece en diferentes sitios como, por ejemplo, la madera que encontramos en la mesa, pero también como fondo de la vitrina retroiluminada.
La luz se plantea en diferentes circuitos para adaptarse a diferentes momentos. Una iluminación más funcional puede dar paso a una luz más tenue y escondida para tomarse un té o una copa de vino por la noche.
La vitrina de color verde pastel no solo es un mueble de soporte adicional, también actúa como lámpara y crea un telón de fondo para la mesa del comedor.
ANTES DE LA REFORMA: ALUCINA
Proyecto e información: Cortesía de Ivan Gas.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).