Un unifamiliar... muy familiar
Las buenas vibraciones que transmite esta casa madrileña se perciben nada más traspasar su umbral: desde el jardín, algo salvaje, hasta su interiorismo diseñado para vivir a gusto.

Disfrutar de sus preciados momentos de ocio en el jardín, ver a los niños corretear al aire libre o preparar cenas con amigos a la luz de las velas son para Isabel sueños hechos realidad tras una larga búsqueda que la llevó a la casa de su vida: esta vivienda de espectacular jardín ubicada en una urbanización cercana a Madrid.
Su planta es sencilla: una sola altura con una estructura regular de tres habitaciones que, gracias a la luz natural que entra por los grandes ventanales y a las magníficas vistas sobre el jardín, se enriquece al máximo. Una cualidad muy valiosa que se intensifica al prescindir de cortinas y estores con la clara intención de difuminar la frontera entre la zona de estar y el porche. Son todos espacios muy estudiados y equilibrados, decorados en tonos naturales con predominio de la madera y las fibras vegetales en un intento de resaltar la presencia del jardín en cada ambiente.
Abundan los guiños modernos y coloristas que tanta vida y personalidad imprimen, especialmente en el dormitorio de los niños y en el cuarto de juegos, habitaciones ambas que pueden presumir de estilo y funcionalidad. Este mismo concepto se trasladó a la cocina y a los baños, amueblados y alicatados en blanco, y aderezados con detalles estratégicos a todo color como recurso para otorgar profundidad y sello personal. Características aplicables a todos los rincones de esta casa, que destila energía positiva en cada uno de sus ambientes.


Una casa pasiva con jardín, piscina y encanto mediterráneo

Casa de 118 metros minimalista y escandinava

Cómo decorar en estilo nórdico: blanco y madera

Una casa de estética elegante y atemporal