Una casa con jardín para el verano
Luminosa y con una distribución funcional, la decoración de este dúplex con jardín sorprende por su frescura, sencillez y estilo natural; una fórmula genial para una segunda residencia.

Disfrutar del buen tiempo en el jardín, estar cómodo y sentirse como en casa, aunque no estés en tu residencia habitual, y tener cerca la playa… Estos tres deseos se cumplieron para los propietarios de esta vivienda de la Costa Brava; se trata de un dúplex de 78 m2 con un pequeño porche con jardín y una gran terraza en la planta superior, con vistas al jardín comunitario y a un campo de golf. Es una casa de estilo mediterráneo, toda blanca, en la fachada y en el interior. El suelo es de parqué de lamas anchas de haya, excepto en la terraza, que es teca, y en el porche, que es de toba catalana tratada. La dueña de la casa, muy aficionada a la decoración, se encargó de crear ambientes acogedores y frescos, sencillos y despejados. En ellos los muebles de obra pintados en blanco son clave. En el salón, la librería que flanquea la chimenea destaca por su gran capacidad y su diseño equilibrado; mientras que dos tabiques próximos organizan y distribuyen el espacio en la planta baja para hacerlo más funcional.
El blanco de las paredes, que multiplica la luz natural en el interior, también es el color dominante en la decoración; eso sí, contrastado suavemente con textiles y texturas, para evitar una decoración lineal. En el salón, los sofás con fundas blancas y la mesa de centro se destacan con cojines rosas, unos pufs de fibra, que la dueña pintó en blanco, y una alfombra de sisal que aporta al ambiente una gran variedad de matices, sin salir de la gama cromática de los tonos naturales.
En el comedor una lámpara de techo con una pantalla roja decorada con cuentas de cristal es el detalle excepcional en un ambiente que fusiona una mesa clásica de madera pintada en blanco con sillería rústica. En la cocina la encimera de madera y el brillo del acero reavivan un mobiliario con puertas en blanco roto. Para el dormitorio principal la propietaria eligióel azul con diferentes tonalidades; un recurso sencillo y muy acertado para evocar la esencia del estilo mediterráneo. En el cuarto de baño, un coqueto estilo vintage mantiene la claridad cromática del resto de la casa; pero en su decoración natural, sin artificio, destaca la presencia de un espejo señorial, con moldura ancha de madera, elegante talla y decapado blanco


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