Un piso nórdico y ¡puro optimista 😍!
En este ático de Gotemburgo reina la luz, los materiales acogedores, la historia del edificio y las pinceladas de colores alegres. Una vivienda que hace que sonriamos con solo atravesar su puerta.
Al caminar por esta calle de Linnéstaden, uno de los barrios más efervescentes de Gotemburgo, y ver la fachada rígida de piedra de un edificio centenario, nada nos hace prever que su interior, y más en concreto su última planta, acoge una vivienda amable, luminosa y con efecto antidepresivo. Los 81 metros cuadrados de este piso (a la venta en la agencia inmobiliaria Alvhem) están repartidos en dos habitaciones, un salón, una cocina y un baño y cuenta con una terraza perfecta para los días soleados.
Al adentrarnos en este hábitat, una sensación de serenidad nos invade. Sus suelos originales de 1900 nos acogen, los techos altos nos permiten respirar, sus ventanales dejan pasar los rayos de sol y amplían visualmente los espacios. Esto añadido a una decoración a la vez cálida y fresca, con una base blanca y gris amenizada con sabios toques de colores más fuertes, como el verde y el rojo, nos relajan a la vez que nos activan.
Fotos: Fredrik J Karlsson / SE360
www.alvhem.com
Un buen recibidor
En la entrada, lo primero que encontramos es un espacio muy útil para guardar abrigos y zapatos.
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Cambio de suelo
Las plaquetas de la entrada dan paso al suelo de madera. Una buena solución para evitar llevar suciedad al interior de la casa.
Pasillo estrecho: así se resuelve
Como la anchura de la que parten las estancias era algo limitada, se optó por el blanco y un mueble suspendido para aportar ligereza y luminosidad al espacio.
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Pieza clave en el salón
El salón se distribuye a partir de un gran sofá en forma de L.
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Pinceladas de color
Los cojines y una butaca aportan toques verdes y rojos a la base gris y blanca de la estancia. Así se caldea la atmósfera deco.
Luminosidad
Al ser una última planta y contar con muchas ventanas, el interior cuenta con mucha luz.
Conexión
El dormitorio y el salón están conectados a través de una puerta de doble hoja.
Seguir el patrón
Al estar comunicadas ambas estancias, se continuó con el mismo estilo y gama cromática.
Mira por dónde pisas
Se contactó con unos artesanos para que recuperaran los suelos originales de madera de 1900.
Secretos de alcoba
Entramos en el dormitorio...
Mucha capacidad
Aprovechando la altura de los techos se han instalado varios armarios por toda la casa.
Materia gris
La alfombra y un cabecero, ambos grises, delimitan la zona de descanso.
Merecido descanso
Vista del dormitorio principal, que cuenta con la iluminación natural de dos ventanas
Altos vuelos
La lámpara potencia la altura de los techos, de casi 3 metros.
Siempre a mano
En un rincón del dormitorio se ha instalado una zona de almacenaje abierto.
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Echar flores
La zona de almacenaje abierto se ha delimitado con un papel pintado de flores.
Contraste
La delicadeza de las flores contrasta con la pared de ladrillo visto, encontrada durante la reforma de la vivienda.
Rincón de lectura
Aprovechando el rincón de ladrillo visto se ha creado un rincón de lectura con un sillón y una lámpara de pie.
Puertas abiertas
Las puertas de doble hoja permiten ampliar visualmente el espacio y conseguir intimidad cuando se necesite.
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