Un antiguo piso rehabilitado lleno ideas modernas
La renovación de este piso madrileño ha logrado una distribución ideal para reuniones de amigos, vivir relajados y sacar partido a la luz natural.

Acogedora y cálida ya desde la puerta, esta vivienda madrileña puede presumir de una reforma planteada con estilo y mucha cabeza. Un arduo trabajo del que resultaron 92 m² aprovechados y decorados por su propietaria, Libertad Díaz, diseñadora de interiores de Ikea. Una mano sabia que se percibe tanto en la renovada distribución como en la elección de materiales. Hoy la casa nos recibe desde una amplia estancia común que engloba cocina, comedor y zona de estar, elegida para ello por su intensa luz natural. Un espacio diáfano, diseñado para disfrutar a lo grande con la familia y los amigos.
En realidad son los propios materiales los que delimitan la función de cada zona dentro del espacio común; así el suelo combina y encaja a la perfección loseta hidráulica con madera natural, igual que la pared blanca y lisa excepto en la cocina, pintada en antracita, y uno de los muros que lindan con el comedor, de ladrillo recuperado. De un vistazo queda patente
el gusto ecléctico de Libertad, la mezcla de acabados modernos con antiguos y la inclusión de piezas de anticuario. Tras las obras, el dormitorio se desplazó a la zona interior de la casa, con ventanas que dan a un patio. Potenciar la luz y lograr ambientes de mayor claridad se convirtió en una prioridad necesaria con la nueva distribución.
El interiorismo de la zona de descanso se basa ahora en colores siempre muy claros: blancos, tostados y tonos crema, que componen espacios luminosos y confortables. El cuarto de baño, también con predominio del blanco, incluye detalles de aire retro muy especiales.
Realización: Reyes Pérez


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