Un minipiso de 30 metros cuadrados que se despliega en varios ambientes
Posiblemente estos sean los 30 metros cuadrados mejor aprovechados y más versátiles de Milán.
La necesidad agudiza el ingenio. Y este minipiso de alquiler vacacional situado en la recientemente rehabilitada zona de la Darsena, en Navigli, Milán, es un buen ejemplo de ello. Cuando llegó a manos del estudio de arquitectura e interiorismo Planair, sus 29,5 metros cuadrados estaban repartidos en un baño, una cocina y una única estancia para el salón y el dormitorio, con los consecuentes tabiques que los separaban y asfixiaban su interior. La luz natural que entraba por sus ventanas se encontraba enseguida con una pared que impedía que llegara a la totalidad de la vivienda. "La forma, extraña y desordenada, que tenía el espacio principal antes de la reforma hacían que su uso fuera muy complicado", explican.
Entrada-cocina
Las partes fijas de la vivienda, como la cocina, la entrada o el baño, se situaron en los extremos, dejando la zona principal como un espacio multifuncional y mutable, dependiendo de la disposición de los muebles.
Todo en uno
El objetivo de la reforma de este piso no era nada fácil: lograr una vivienda completa en tan solo 29,5 metros cuadrados. El estudio Planair aceptó y lo resolvió con un resultado sobresaliente.
Muy completa
Aunque el piso es muy pequeño, no se quiso colocar una minicocina, sino una completa que hace las veces cde pasillo de entrada a la casa.
Guiños de color
En el piso predominan los tonos tierra y el blanco, pero se han dado pinceladas de amarillo para darle más dinamismo.
Pieza redonda
Un espejo grande aporta profundidad y amplia el espacio de la entrada.
Barra de desayuno
El mueble junto a la cocina es, además de un armario para la ropa, una barra para desayunos y comidas informales.
Todo en uno
Ese mismo mueble tiene en la parte trasera otra barra abatible para utilizar como mesa de trabajo.
Gran capacidad
Se ha aprovechado la totalidad del mueble como zona de almacenaje.
Chicos aplicados
vista del espacio conformado como zona de trabajo.
Todo despejado
La estantería puede llevarse hasta la pared, despejando el espacio central
Listo para dormir
Al bajar la cama oculta en otro mueble, el espacio se convierte en un dormitorio.
Salón-comedor
Patas
Detalle de las patas de la cama abatible cuando está cerrada.
Zona de confort
Vista del espacio que ocupa la zona de salón.
Baño
Al ser una de las partes fijas por motivo de las tuberías, se situó en uno de los extremos de la vivienda.
Dormitorio
Plano del piso conformado como un dormitorio.
Espacio de trabajo
Barra para desayunos
Todo guardado
Con la reforma, el estudio tenía crear un piso que pudiera adaptarse a las distintas actividades del día a día, que contara con almacenaje y que visualmente fuera más amplio y luminoso. Lo lograron situando en las esquinas más alejadas de las ventanas principales las estancias que tenían que ser fijas, es decir, el baño, la cocina y la entrada. El resto del piso se dejó despejado y muta constantemente gracias a distintas piezas de diseño a medida que se mueven, abaten y despliegan, creando distintas estancias: comedor, barra de desayuno, espacio de trabajo, vestidor, dormitorio, salón...
Los colores elegidos son acogedores y claros. La madera y un porcelánico beige para las zonas con más movimiento cubre los suelos, el amarillo aporta vitalidad en los tiradores de la cocina y en el interior de los muebles, el azul y el rosa hacen su aparición en los accesorios y asientos, dinamizando el conjunto.
El resultado es un estudio multifuncional y completo, que hace frente a su falta de espacio con versatilidad e ingenio. El apeadero perfecto para descubrir Milán.
Fotos: Luca Broglia
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