Una casa de campo con decoración de ayer y de hoy
Construido a partir de una masía, este dúplex conserva la esencia rural, pero su distribución, sus ideas geniales y el impacto de algunos de sus diseños muestran ambientes de estética actual.

Esta casa de campo, realizada por el arquitecto Jorge Moser, forma parte de una masía de El Ampurdán. Antes, era una zona más de ésta, sólo con dormitorios, pero ahora, es un dúplex independiente con un entorno envidiable, ya que disfruta de un amplio jardín. La vivienda, de unos 40 m2 por planta, se distribuye así: abajo, salón-comedor, un patio y un aseo; arriba, un dormitorio amplio, con cuarto de baño.
En los interiores, con el paisaje siempre presente, la decoración se basa en la fusión de estilos. Ventanas, vigas, bovedillas y pavimento de barro armonizan con el mobiliario rústico y antiguo: la mesa-palé de la zona de estar y el sofá capitoné son algunos ejemplos, pero conviven con piezas de diseño, como las sillas y la sinuosa lámpara colgante del comedor. Junto a éste, un tabique de rejilla metálica, proyectado por el arquitecto para ocultar parcialmente el hueco de la escalera y sus paredes de piedra, destaca como un elemento decorativo que añade una textura más a la estancia. En la planta superior, con un dormitorio planteado como una suite, sorprende la organización espacial lograda con un mueble de lavabo, apoyado en un medio tabique. Elegante y minimalista, da más intimidad a la zona de descanso


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