Un ático con doble altura
Equilibrio y proporción son las claves de la belleza formal de esta original vivienda en la que los cambios de nivel comunican, delimitan o, sencillamente, caracterizan ambientes.

Una impactante perspectiva en la que se encadenan el recibidor, el estar, el comedor y la cocina da la bienvenida a este ático, situado en un edificio histórico del Madrid de los Austrias, que en el pasado fue un convento. Gabriel Asdrúbal, arquitecto interior y propietario de esta casa, firma un interiorismo funcional, cálido y rico en matices. El arquitecto Ignacio Aguado Ortego se encargó del asesoramiento estructural en la fase inicial del proyecto. Techos inclinados, vigas vistas, paredes de ladrillo y ambientes a diferentes niveles marcan una decoración que se sirve de estos elementos para brillar.
Las zonas comunes se plantearon abiertas unas a otras, a modo de loft, en una búsqueda constante de amplitud. Desde el estar se accede a los dormitorios: tres en total, con baño integrado en cada uno de ellos, ya que al propietario le gusta que sus invitados se sientan como en casa, con total intimidad e independencia. Así, además de la habitación principal, la vivienda cuenta con un cuarto doble con vestidor y altillo y un espacio polivalente para visitas o como zona de evasión donde relajarse o leer.
La unidad de materiales es una constante en la vivienda: cemento pulido en el suelo, pintura color marfil en las paredes, techos y bovedillas y detalles en hierro industrial y madera. La idea fue respetar el estilo de la construcción original. El mobiliario colabora en el resultado con piezas diseñadas por el arquitecto, así como otras de herencia familiar o iconos del diseño industrial. Otros detalles del proyecto en los que se incidió especialmente fueron la iluminación —planificada para crear una atmósfera sugerente junto a Surco Iluminación e Ilumisa— y la climatización —a través de suelo radiante y el sistema eficiente Altherma, desarrollado por Daikin—.
La elegancia natural de los interiores es fruto de la alianza entre lo estructural y lo decorativo. En el trabajo de rehabilitación se han descubierto los encuadres perfectos y las posibilidades de la luz. Un proyecto impecable, que enamora a simple vista.


Una casa familiar con vistas a las montañas navarras

Una casa de campo con aires rústicos renovados

Un piso pequeño con tres terrazas y una encantadora cocina en color verde

Un piso de 1922 con suelos de mosaico Nolla



























