Una casa de campo de piedra y madera súper acogedora
La desconexión está garantizada en esta casa de campo, compuesta por materiales propios de la zona y concebida para disfrutar del tiempo libre en un ambiente cálido y de estilo rústico.

Todavía es posible disfrutar de bellas casitas de piedra, patios llenos de flores y olor a chimenea entre sinuosas calles de adoquines. Muy cerca de Sepúlveda, en el Parque Nacional de las Hoces del río Duratón es donde encontramos este pueblecito y en él una casa de campo de piedra y madera, tan especial como acogedora.
Esta arquitectura sorprende por su forma y apariencia. Ofrece un umbral de sencillez decorativa, centrada en ensalzar los detalles, los recuerdos y los tejidos cálidos. Se combina la tradición con los toques modernos para llevarnos, así, a una relación entre lo antiguo y lo nuevo. Las responsables de tanto mimo en el interiorismo fueron Lola Rodríguez y Eugenia Mateos.
Casa de campo de estilo rústico renovado
Esta casa se considera una apuesta inmersa en un estilo rústico renovado. En ella se comprueba el sabor costumbrista de los materiales naturales que, indudablemente, toman protagonismo, como se comprueba en el diseño con muros de piedra. Por otro lado, no hay que olvidar los complementos con color, los estampados llamativos y ciertas piezas aisladas de aire retro.
Una mezcla que por sí sola funciona de maravilla, armonizada bajo el manto del blanco como color predominante. Las notas cálidas, tan necesarias a la hora de combatir los fríos inviernos de la zona, se lograron gracias a los sólidos muebles de madera, a las numerosas alfombras que cubren el pavimento, a los almohadones y, cómo no, a las mantas de punto grueso y pelo largo. Se logra, así, un ambiente propio de una encantadora casita rústica de campo.
Una arquitectura original y tradicional
En esta casa encontramos tendencias diferentes gracias a que está rehabilitada con maestría. En la planta baja casi no existen tabiques, se consigue la diafanidad del espacio y las estancias se encuentran entre sí. El primer piso se tabicó con el objetivo de lograr intimidad absoluta obteniendo como resultado dormitorios espaciosos, cada uno con el cuarto de baño integrado.
En cualquier caso, el hilo conductor en ambas plantas es una decoración sosegada, luminosa y, por encima de todo, muy confortable. Eso sí, los materiales autóctonos son el centro de atención. Además, es preciso señalar algunos detalles como, por ejemplo, los techos inclinados que generan espacios abuhardillados, de madera maciza y vigas vistas, del mismo modo que las alfombras superpuestas y la llamativa mezcla de estampados.
Para tener una comprensión general de esta casa, te mostramos un recopilatorio de imágenes que ilustran perfectamente cómo se disponen las estancias, cómo es la decoración y de qué manera se distribuye la vivienda.


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