Este piso presume de una de las reformas más acertadas que verás
La reforma de este piso céntrico de Madrid ha conseguido una distribución diáfana, y su decoración, práctica y creativa, un look moderno y femenino.

Sonia, la dueña de esta casa llevaba tiempo buscando pisos por la zona de Chamberí, en Madrid, y cuando, al fin, encontró este, supo que escondía muchas posibilidades. “Como había pasado por varias casas de alquiler, tenía bastante claro qué quería y qué no en la suya propia. Había desarrollado la capacidad de imaginarse el resultado final”, nos cuentan Lara de la Mata y Daniel Povedano, los arquitectos de interiores del estudio Deleite Design, autores de la reforma y decoración.
Nada como haber vivido en varios pisos antiguos de alquiler para tener clarísimo qué es lo bueno y malo de ellos. A la dueña de este piso madrileño, Sonia, le ocurrió tal cual. En cuanto lo vio, supo que no debía dejarlo escapar, sabía ver su enorme potencial. Pero también era muy realista, tras la compra tocaría hacer una reforma de 180 grados. Un proyecto meticuloso que sacara a la luz lo mejor de sus espacios, concibiéndolos con una visión funcional.
Era un piso antiguo y estaba, como tantos, muy compartimentado. Pero sumaba dos grandes puntos a su favor: una planta rectangular y muchas ventanas que dan, unas, a fachada y otras, a un patio interior. “La primera impresión fue terrible —cuenta Lara—. La casa estaba muy deteriorada y la distribución era malísima. Tenía tres habitaciones muy pequeñas, la cocina estaba en un lado de la casa y el salón, en otro; los baños eran pequeños e incómodos… Además, había un pasillo interminable con el techo muy bajo debido a los altillos de las habitaciones”. ¿La solución de los arquitectos? Primero, eliminar tabiques para ubicar la zona de día, con salón, comedor y cocina, en la parte de la casa que da a la fachada principal, y, en torno al patio, crear un único dormitorio con vestidor y baño integrados.
Segundo, diseñar un espacio versátil que pudiera usarse como dormitorio en momentos puntuales. Además, las paredes, que eran de gotelé vainilla, se alisaron y se pintaron en blanco; el suelo original, de linóleo, se sustituyó por un laminado que imita roble blanqueado; los falsos techos se dejaron a la altura mínima y se diseñó la nueva iluminación. Después de la reforma, que duró algo más de tres meses, llegó el momento de la decoración. “La dueña es una persona muy práctica. Quería una casa funcional, pero con una decoración alegre y divertida”, explican Lara y Dani. Sonia se deshizo de muebles viejos para estrenar armonía y frescura.


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