Un apartamento moderno y luminoso, con una gran zona social
Con la reforma adecuada, cualquier espacio puede adaptarse a diferentes usos. Esta vivienda, que fue en principio una oficina, así lo demuestra.

Convertir una antigua oficina en una vivienda actual, que se adaptase a las necesidades y gustos de una pareja joven sin hijos, fue el encargo que recibió el estudio de interiorismo y rehabilitación Backsteen, dirigido por el arquitecto de interiores Víctor Zorita. La idea era diseñar un apartamento moderno y luminoso, con una gran zona social donde celebrar reuniones y fiestas con amigos. Originalmente, la planta era prácticamente diáfana y contaba con un aseo independiente. De ahí que el primer paso de la remodelación fuera organizar sus 90 m2.
El piso se divide en dos áreas: una pública, con salón, cocina integrada y un aseo de cortesía, y la privada, con tres dormitorios y un baño. En la reforma integral se eliminaron los falsos techos para ganar altura, las paredes se pintaron de blanco y el suelo original se sustituyó por tarima oscura en toda la casa, excepto en la cocina y los baños, donde se colocó porcelánico. Otro punto a destacar del proyecto es el uso del gris antracita como hilo conductor. Este tono está presente, no sólo en puertas y carpintería, sino también en muebles, complementos e, incluso, en las paredes, como es el caso del rincón de música.
Este fondo de aire industrial es perfecto para la atractiva combinación de diseños actuales, piezas artesanales, muebles vintage adquiridos en mercadillos y pinceladas en tonos intensos y vibrantes, con lo que se consiguió una decoración equilibrada y armónica. Un mix que pone el broche perfecto a una reforma planteada para crear una vivienda muy personal.


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