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"El Proyecto Agissê nació como un espacio íntimo y profundamente simbólico para una pareja: ella, artista visual; él, publicista brasileño de ascendencia japonesa. Concebido como una extensión poética de sus historias y sensibilidades, este apartamento encarna una confluencia de culturas, materiales y significados, convirtiéndose en un manifiesto de memoria e identidad". Así comienza el estudio H2C Arquitetura la descripción de este proyecto, una casa diseñada a la medida de sus generosos 147 metros cuadrados y un despliegue de soluciones para que ambos propietarios hicieran suyo, y a la vez de los dos, su hogar.
A modo de "unión de dos culturas y la fusión del arte, el diseño y la vida cotidiana", en el apartamento se han tenido en cuenta aspectos como los materiales, las necesidades creativas y por supuesto, la funcionalidad de la convivencia. Así, el primer detalle lo encontramos en el suelo, hecho de tauari, una madera brasileña de tonos cálidos y textura suave que recorre toda la casa. La mesa de centro de imbuia es otro ejemplo del uso de maderas autóctonas que anclan el espacio a las raíces de la tierra.
La artista creó dibujos inspirados en la germinación de semillas, que se transformaron en delicadas impresiones artesanales de vidrio. "Instaladas en nichos", explica el estudio, "estas piezas simbolizan el renacimiento, la vida y la constante transformación". Decoran diferentes partes de las paredes del salón y cuentan con su propia iluminación. El vidrio también es protagonista en la isla de la cocina, revestida con azulejos de vidrio reutilizados, aplicados uno a uno a mano, con la ayuda del Taller de Mosaicos, formando un sutil degradado.
Por su parte, el mobiliario se compone principalmente de piezas de la colección personal de la pareja, complementadas con iconos del diseño brasileño contemporáneo como Morito Ebine y Paulo Alves. A su vez, el paisajismo, firmado por Bruno Moreno, actúa como un nexo entre el interior del apartamento y el exterior, de forma ligera y orgánica. De hecho, "el dormitorio de la pareja da a un escultural arbusto de Portulacaria que da vida al balcón".
Pero si hay algo que resulta llamativo y de lo que el estudio se siente especialmente orgulloso es de la pared-galería, una superficie blanca y limpia equipada con un sistema de rieles y cables de nailon que permite a la artista exhibir y rotar obras de arte sin dañar la pared. Una solución original que ha entendido tanto las necesidades de sus propietarios como las de la casa, que no puede degradarse pero sí da servicio a quienes viven en ella.
También las luminarias ocupan un lugar importante en el proyecto y sobre todo, en la forma de resaltar las obras de arte que se van exponiendo en la casa. Cada una con diferentes ángulos focales, fueron diseñadas para resaltar cada pieza. Y siguiendo esa dinámica de interpretaciones de la vida y los objetos, la encimera de cuarcita Vitória Régia (una piedra brasileña) del tocador, contrasta con un espejo de metal plisado y pulido a mano. "El reflejo distorsionado invita a la contemplación visual: nadie tiene un solo rostro, todos somos múltiples".
"El Proyecto Agissê", concluye el estudio, "traduce la unión de dos culturas y la fusión del arte, el diseño y la vida cotidiana. Es un espacio diseñado para reflejar la identidad de la pareja que lo habita".
Más información: h2carquitetura.com.br