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Cuando eres chef está claro que tu casa, y con toda probabilidad tu cocina y las zonas comunes, van a ocupar un lugar importante. Y este apartamento no iba a ser menos. El proyecto fue concebido desde el principio como un espacio para la vida pero también para la creatividad, enfocado en una familia joven donde el padre es un chef profesional. Por eso, al diseñar, "la principal orientación fue combinar la calidez del hogar con la funcionalidad necesaria para un verdadero taller gastronómico", explica la diseñadora Alua Balgereyeva, al frente de la reforma.
La base del proyecto partía de la idea de unir dos apartamentos independientes ubicados en el mismo rellano, dando lugar a una vivienda amplia y luminosa que refleja el estilo y el ritmo de vida de sus propietarios. El principal deseo de la familia era "una clara división entre la zona privada y la zona social. La solución resultó simple y lógica: toda la parte izquierda del apartamento se destinó a las habitaciones privadas, y la derecha al salón y la cocina, que se convirtieron en el centro de la vida familiar". Para separar ambos ambientes, se apostó por colocar un lavadero y un baño de invitados en la parte central, decisión que resultó ser de lo más acertada, pues así los invitados pueden utilizar el baño sin entrar en los dormitorios, y las tareas domésticas quedaron a un paso de la familia.
La mitad izquierda se convirtió en un bloque íntimo y cálido. El dormitorio principal dispone de baño propio y de un vestidor con ventana, fruto de la transformación de un antiguo balcón. Destaca una isla con sobre de vidrio y compartimentos para relojes, joyas o cinturones, aligerando el conjunto. Pero el rincón más personal responde a la afición del propietario. Gran viajero y coleccionista de gorras de béisbol, se reservaron estantes para guardarlas y parte de la colección quedó expuesta en la pared.
La zona infantil se diseñó pensando en el presente y en el futuro. El dormitorio infantil cuenta con vestidor y un baño propio que incluye dos lavabos, preparados para el caso de que llegue un segundo hijo. Para favorecer la autonomía del pequeño, se añadieron cajones-escalones extraíbles, mientras que la combinación de bañera exenta y ducha aporta versatilidad para diferentes edades. En esta zona ganan los colores pastel y la alegría.
En la parte derecha se desarrolla el gran escenario del proyecto: la cocina. Aquí se plasma la esencia del propietario, donde trabajo y placer se entrelazan. Una gran isla central actúa como espacio de preparación, con encimera de gres porcelánico de gran formato que resiste temperaturas y uso intensivo. Del lado opuesto, los taburetes semibajos convierten la isla en punto de encuentro. El diseño integra almacenamiento en cada rincón, incluso en los frentes curvos de la isla. Una vitrina acristalada exhibe la vajilla, mientras que columnas enteras alojan frigoríficos, congeladores y pequeños electrodomésticos. Pero la auténtica pieza protagonista es la campana extractora de autor, escondida en una estructura ovalada de MDF fabricada a medida, que se erige como acento arquitectónico y pieza de conversación para cualquiera que visita la vivienda.
La plasticidad de las formas es un hilo conductor en todo el apartamento. Casi no quedan ángulos rectos: las paredes redondeadas, los sofás y mesas con siluetas fluidas o la isla ovalada transmiten un lenguaje unificado. En el acceso, un armario curvo fluye hacia la zona de televisión, enlazado por estantes finos que refuerzan la continuidad espacial. Y como gesto mayor, las puertas correderas en arco entre salón y cocina, realizadas en chapa cálida y vidrio, llenan de luz y transparencia los espacios a la vez que permiten separarlos con delicadeza.
Los materiales subrayan esta búsqueda de calidez y naturalidad. Suelos de tarima multicapa en tonos nobles, paredes pintadas con acabado sueco y revestidas parcialmente con estuco decorativo, mosaicos puntuales y superficies de gres porcelánico en zonas húmedas. En el baño principal se aplicó microcemento, generando continuidad visual y un aire sereno. El mobiliario, en MDF chapado y lacado, se integra con los marcos de ventanas y rejillas de radiadores diseñados a medida. Incluso la habitación infantil adquiere un toque lúdico con rejillas perforadas en círculos de distintos diámetros.
La coherencia material se completa con puertas altas chapadas que recorren la vivienda como un hilo conductor. La reforma también apostó por la tecnología. El apartamento cuenta con sistema de "casa inteligente" que centraliza la gestión de luces, enchufes, cortinas y sensores de fuga, todo operable desde el móvil o mediante asistente de voz. Así, el confort cotidiano se une a la estética.
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