Cuando se mudaron a esta casa entre medianeras, los nuevos propietarios –una joven pareja sin hijos– decidieron reformarla completamente. Se ubica en la ciudad de Igualada (Barcelona), y cuenta con 300 metros cuadrados, más otros 60 de terraza. Para su nuevo hogar buscaban una vivienda muy funcional y práctica que, al mismo tiempo, ''tuviera un fácil mantenimiento y un envejecimiento digno, sin perder su gran carga estética'', explica el interiorista y diseñador Albert Ramoneda, autor del proyecto de interiorismo y de los detalles exteriores (fachada, carpinterías y zona de piscina).
Del programa interior, que trabajó mano a mano con el arquitecto Veremon Bertran, se deriva una distribución de sus tres plantas, de la siguiente manera: en la planta de acceso, un gran garaje, un despacho y un baño; en la primera planta, el salón, la cocina, un aseo, el lavadero y el acceso a la terraza con piscina; y en la última planta se encuentra la zona de noche con otros dos baños y las tres habitaciones, una de ellas en suite con vestidor, así como un gran distribuidor con biblioteca y despacho.
En este proyecto se evidencian dos de los sellos que caracterizan el trabajo del estudio, como son el color y la combinación de varios tipos de madera o de la misma, pero con variaciones de barnices y tintes. ''El protagonismo se lo llevan los verdes, azules, rosas y mostazas en su tono más dusty, aplicados en una caja de paredes blancas con toques de color en bloque y de distintas texturas, como la madera de nogal, más elegante, y de roble emblanquecido, más fresca, en todo el mobiliario de la casa, diseñado y hecho a medida ad hoc para este proyecto'', detalla el interiorista y diseñador.
La situación de la casa entre medianeras, con entrada de luz natural solo por las fachadas delantera y trasera, obligaba a una estrategia lumínica muy cuidada. Para ello, ''se recurre a superficies reflectantes, cerramientos de vidrio y mobiliario ligero que ayudan a que esa luz se distribuya de forma uniforme por toda la casa''.
En cuanto a la iluminación artificial, muy precisa, con focos empotrados, tiras LED integradas en el mobiliario y luminarias decorativas puntuales, aportan tanto funcionalidad como atmósfera. Así, la luz, tanto la natural como la artificial, no solo resuelve una limitación arquitectónica, sino que se convierte en protagonista del proyecto, dotando al interior de identidad, calidez y profundidad.
El interiorismo del acceso a la casa y a las plantas superiores se ha trabajado con cierto dramatismo, buscando la sobriedad del diseño, donde los colores dialogan con una iluminación tenue y cuidada.
La escalera de diseño, que aporta ritmo y ligereza al espacio, ''nos da una pincelada de lo que nos vamos a encontrar en los pisos superiores. Junto a la barandilla a medida de nogal, la iluminación integrada dibuja el recorrido a seguir'', describe Albert. Los suelos de porcelánico oscuro, tipo pizarra, aportan este efecto de naturaleza y, junto al verde de las paredes, se consigue una atmósfera sofisticada y elegante.
El salón principal está presidido por un sofá en color azul profundo y dos pufs en forma de hoja, diseñados por el estudio para este proyecto, y que hacen el uso también de mesas auxiliares, en acabado pana de tonos mostaza y rosa. El conjunto crea una composición que equilibra volumen, color y confort e invita a la calma.
El mueble principal, integrado en el bajo de la escalera, se ha diseñado en madera de nogal y cuenta con iluminación integrada tenue, generando un almacenamiento extra y una biblioteca muy práctica.
La cocina y el comedor, generosos en proporción, destacan por su integración visual. El papel pintado, de formas orgánicas, aporta dinamismo y el mobiliario en nogal, terracota y negro mate eleva la composición a una sofisticación serena, con detalles en oro.
Para romper con la linealidad del mobiliario, en la zona del comedor se opta por un gran sobre de madera natural en rústico, que consigue dar un toque de naturalidad al espacio. ''Como detalle divertido y en contrapunto a todos estos materiales nobles, la sillería se escoge en tonos pastel y en un material inesperado, el PVC, aportando frescura y ligereza al ambiente'', añade el autor del proyecto.
El aseo se ha tratado como un espacio casi sensorial, una fusión entre funcionalidad y estética que dialogan en armonía. Como protagonista, el pequeño azulejo cerámico esmaltado en un color verde intenso, refleja la sutil iluminación del espacio. El contraste se busca con el mueble suspendido de roble, aportando ligereza y frescura, y con el mármol negro Marquina, que añade el toque de sobriedad.
El remate más lúdico se sitúa en los detalles: los dos apliques descentrados y el espejo con el remate superior en forma de arco, consiguiendo, con todas estas formas redondeadas, dar suavidad al espacio.
Desde el estudio, ''se abordó este distribuidor como un espacio, no solo funcional, sino también expresivo. La clave fue dotarlo de identidad propia sin renunciar a su papel conector dentro de la vivienda''. La paleta cromática cálida, protagonizada por la madera natural y los acentos en tonos mostaza, terracota y caldera, se articulan a través de una estantería abierta que combina almacenaje y exposición, con un ritmo desenfadado y lúdico.
La iluminación técnica empotrada se combina con luminarias decorativas que elevan la atmósfera del lugar. Un escritorio a medida optimiza el uso del espacio, y junto a la alfombra gráfica, introduce una dimensión fresca y vibrante.
Todo el conjunto ha sido diseñado para responder a una doble condición: la de ser un lugar de paso como distribuidor de las habitaciones y abierto a la escalera y, al mismo tiempo, una estancia habitable que enriquece la vida cotidiana dentro de esta casa.
El diseño de la suite está concebido como un conjunto continuo y envolvente. El recorrido comienza en un vestidor diseñado a medida, que actúa como un previo hacia el espacio más íntimo de la vivienda, el dormitorio principal. Este vestidor establece un juego sutil entre el roble natural emblanquecido, presente en gran parte de la casa, y un roble con un tinte más oscuro, que aporta una nota de sofisticación y continuidad con el baño. Los tiradores, también en roble y realizados especialmente para este proyecto, refuerzan la voluntad de personalización y la importancia de cada detalle.
El dormitorio, de líneas serenas y con una atmósfera acogedora, se convierte en un espacio de transición hasta el baño, donde una entrada generosa de luz natural enfatiza todo el trabajo de interiorismo. Todo el mobiliario ha sido diseñado a medida, en una propuesta que combina funcionalidad, calidez y una estética refinada, creando un conjunto armónico que responde a las necesidades de los propietarios y al lenguaje estético del proyecto.
Como espacio exterior destaca la pequeña piscina de la terraza de la primera planta, con acceso desde la cocina a través de un gran ventanal. Se realizó con el mismo pavimento de toda la casa, que se prolonga hacia la terraza y termina en el vaso de la piscina, cuyos escalones, tanto exteriores como interiores, están iluminados, creando un efecto muy agradable cuando se hace de noche.
Interiorismo: Albert Ramoneda Studio.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).