- 10 ideas para decorar dormitorios negros con un estilo elegante, serio y acogedor
- Distribución open concept, ventajas e inconvenientes de tener una casa con espacios abiertos
- Guía para decorar una casa en estilo nórdico con ideas y consejos prácticos que utilizan los mejores interioristas
Con un exterior negro que contrasta con la naturaleza que la rodea y dividida en pabellones que se articulan alrededor de la piscina, la diseñadora Liz Hoekzema, fundadora de KLH Homes, proyectó su casa al borde de una reserva natural siguiendo los preceptos del respeto al paisaje para pasar desapercibido y con un cálido y acogedor estilo nórdico en su interior, donde el blanco impoluto lo cubre todo y resalta cada elemento para que tenga vida propia.
La elección de revestir la fachada de un negro intenso responde a una búsqueda estética pero también emocional: la pureza de las líneas inspiradas en un granero resalta contra el blanco de la nieve en invierno y, en verano, se mimetiza con las sombras de los árboles. La contundencia de los volúmenes exteriores se equilibra con un interior abierto, luminoso y claramente influido por la filosofía escandinava de crear ambientes confortables durante los meses fríos. Grandes ventanales enmarcan el paisaje y permiten que la luz natural inunde las estancias, suavizando la rotundidad de la arquitectura.
El corazón de la casa es una gran sala abierta, donde conviven salón, comedor y cocina. La atmósfera está dominada por tonos blancos y maderas claras, que dialogan con muebles de líneas depuradas y textiles de colores cálidos. Una alfombra en naranja intenso y un sofá de cuero camel aportan un toque de energía, demostrando que el minimalismo nórdico puede ser también intenso. Las lámparas, de formas escultóricas en fibras y metal, refuerzan el equilibrio entre lo artesanal y lo contemporáneo.
Uno de los detalles que mejor refleja la atención de Liz por la materialidad es el pavimento principal: un suelo de roble blanco colocado en espiga y acabado con cera mate, que transmite una textura suave y natural bajo los pies. Este mismo cuidado se extiende a las superficies de piedra natural empleadas en cocina y baños, con mármoles como el Superwhite, el Carrara o el Rosa Portogallo. En la zona privada, los dormitorios exploran lenguajes más personales. Hay habitaciones que exhiben paredes con cerámicas verdes dispuestas en franjas horizontales, otras que se animan con murales improvisados de dibujos y fotografías familiares. Los espacios transmiten la idea de un hogar vivido. Este mismo espíritu se aprecia en la librería blanca a medida, llena de objetos, libros y recuerdos que cuentan historias, y que transforma un rincón en un espacio íntimo de lectura y contemplación.
La escalera interior, con peldaños de madera maciza y barandilla metálica de diagonales, es un ejercicio de diseño a medida que conecta visualmente las plantas y aporta carácter gráfico al recorrido. En el baño de invitados, los azulejos geométricos en blanco y negro rompen la sobriedad con un guiño más atrevido, demostrando que la casa combina momentos de calma con otros de juego.
El exterior es una extensión de la vida cotidiana. La piscina se orienta hacia el horizonte y se convierte en un eje que organiza las estancias y las vistas. Junto a ella, un pabellón más pequeño acoge una pool house, pensada para acompañar la vida al aire libre durante los meses cálidos. El paisajismo, sencillo y natural, potencia la sensación de vivir en un entorno preservado, donde la naturaleza es protagonista.
Más allá de la arquitectura, lo que hace especial a esta vivienda es su dimensión personal. Liz incorporó pequeños objetos que guardan recuerdos: "vidrios recogidos en la playa, piedras de viajes familiares o piezas artesanales adquiridas a lo largo de los años… Puse el diseño al servicio de la identidad y la historia de mi familia".
Más información: klh-homes.com