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Incluso los clientes más flexibles rara vez le dan carta blanca a su interiorista a la hora de convertir una casa en un hogar, pero de vez en cuando sucede. Esta pareja de empty nesters con cuatro hijos ya adultos recurrió al interiorista Jay Jenkins, de la firma Crosby Jenkins, para darle a su casa de vacaciones de seis dormitorios un toque de sofisticación sin perder la calidez. «Me dieron una directriz y me dejaron rematarlo», cuenta Jenkins. «Querían que cogiera una casa con impresionantes vistas al agua, una estructura increíble y comodidades de calidad de resort —hay una pista de tenis, una piscina, una casa-barco, un muelle a medida y varios amarres cubiertos— y la convirtiera en un hogar muy especial, refinado y confortable. Nada típico y nada que siguiera modas.»
Ubicada en una parcela de más de 3,6 hectáreas con salida a una bahía, Jenkins disponía de 600 metros cuadrados para dar rienda suelta a su creatividad, y vaya si lo hizo. ¿Su parte favorita? El arte, que, según Jenkins, fue uno de los aspectos más importantes en el proceso del diseño de la casa. «El arte cuenta una historia increíble y, por muy bueno que sea un plan de mobiliario o muy acertada que sea la selección de telas, el arte consigue llevarse todo el protagonismo», afirma Jenkins. «Por suerte para mí, los clientes tenían pasión por los artistas de la Washington Color School, como Thomas Downing, Paul Reed, Jacob Kainen, Mark Dagley y Tom Wesselmann. Su implicación y su gran ojo fueron invaluables para el éxito de este proyecto.»
Aunque el arte complementa sin duda el mobiliario y la decoración que Jenkins seleccionó a lo largo de los 18 meses que duró el proyecto, no fue, admite, la fuerza motriz de su proceso. En cambio, lo que más le inspiró fue el sereno paisaje natural del exterior. «El agua es una presencia constante en la casa; no puedes escapar de ella», añade Jenkins.
Los clientes fueron completamente transparentes al decir que realmente querían un resultado espectacular, y yo sabía que confiarían en mí para lograrlo, y así lo hicieron.
PATIO
Las vistas al agua determinaron gran parte de las decisiones de diseño de Jenkins.
«Siempre es una ventaja, tanto en interiores como en exteriores, poder contar con varias zonas de estar», dice Jenkins. «Esto funcionó muy bien, ya que una de estas zonas está directamente vinculada a la casa y las otras se convierten en estancias estupendas. Además, la tapicería azul coincide a la perfección con el color de la piscina».
RECIBIDOR
La entrada o hall presume de amplios detalles arquitectónicos diseñados para complementar las vistas que se extienden más allá de la casa.
«El recibidor apenas necesitaba unas pocas piezas, y buscaba lograr una sensación de galería», explica el diseñador. «La vista al frente, al entrar en la casa, es del agua, y eso es realmente lo que define la vivienda, así que quería que estos espacios orientados hacia la bahía se sostuvieran por sí mismos y no compitieran entre sí».
SALÓN
Las cortinas de techo a suelo y los muebles de perfiles contundentes ayudan a dar equilibrio y coherencia al amplio espacio.
Uno de los mayores retos de Jenkins fue convencer al cliente de que no debía haber una televisión en el salón. «Al final, se trataba de decirles que colocar un televisor enorme en el salón —el único espacio amplio donde la familia podía reunirse en el interior— era una buena manera de estropear la integridad del proyecto», señala Jenkins. En su lugar, colgó un colorido cuadro de Richard Marks en el lugar donde habría estado la televisión.
Jenkins además incorporó un elegante panelado alrededor de la chimenea y añadió cortinas de lino a ambos lados. «Ambos elementos funcionaron muy bien para enfatizar la separación del salón con respecto al comedor informal y la cocina, al otro lado», explica. «¡Los espacios de planta abierta a veces pueden estar demasiado abiertos!»
LOUNGE
Un espacio acogedor donde los tonos neutros y reconfortantes son los protagonistas.
Diseñado para transmitir una sensación de calma y tranquilidad, Jenkins optó por una paleta neutra en esta sala de estar, dejando que el agua, al otro lado de las ventanas, hablara por sí sola. «Este rincón tiene vistas directas al agua. Estaba pensado para ser un espacio de relax para los clientes», comenta. «También me gustan los espacios que tienen múltiples usos, y este funciona como todo: desde sala de estar hasta sala de juegos».
COCINA
Esta cocina de ensueño está equipada con todo lo que un chef doméstico podría necesitar.
«La cocina original no permitía colocar taburetes en la isla, algo que la esposa deseaba mucho para que la familia o los amigos pudieran acercarse y acompañarla mientras preparaba la comida», explica Jenkins. «Diseñamos una ‘mesa Parsons’ de roble que se integra en la isla, con la altura perfecta para los taburetes. Parece que siempre hubiera estado ahí».
Jenkins transformó el antiguo rincón de desayuno en una acogedora sala de estar situada junto a la cocina. Es el lugar perfecto para tomar un café por la mañana o un cóctel por la tarde mientras se pone el sol.
BAR
Las bebidas se sirven en un entorno espectacular con un atrevido fondo de cuarcita.
Aunque la mayor parte de la casa está bañada en color (y en abundancia del tono Chantilly Lace de Benjamin Moore), la sala de bar ofrece un cambio estético con una atmósfera más íntima y envolvente. «Para mantener la continuidad, utilizamos el mismo suelo de roble belga que en el resto de la casa», añade Jenkins. Para aportar un toque extra de dramatismo, instaló estanterías iluminadas sobre una pared de cuarcita. «Resultó ser un gran acierto».
DORMITORIO PRINCIPAL
La serena tapicería azul de las paredes imita el entorno junto al agua a la vez que añade un toque de textura.
Con unas amplias vistas de 180 grados al agua, la paleta de colores de la suite principal está profundamente inspirada en la naturaleza. «La incorporación de paredes tapizadas es el culmen del diseño y el lujo», admite Jenkins. «La amortiguación del sonido cambia por completo el tono [de un espacio], especialmente en un dormitorio, donde buscas paz y tranquilidad».
SUITE DE INVITADOS
El arte moderno se fusiona con un papel pintado lleno de personalidad para crear una escena divertida.
«Añadimos una mesa y unas sillas en la zona junto al sofá cama para crear un lugar tranquilo donde trabajar», explica Jenkins sobre la versátil suite de invitados. «Todo el mobiliario tiene líneas sencillas y tapicerías elegantes, de modo que el papel pintado destaque y no haya un exceso de estímulos visuales», añade Jenkins.
DORMITORIO DE INVITADOS
Que se haga la luz… y que no falten los colores vivos.
Con tantas habitaciones de invitados en la casa, Jenkins quiso darle a cada una su propia personalidad, incluido este dormitorio lleno de energía y rebosante de colores intensos. «Usamos este papel pintado y esta tela de forma similar a como normalmente se emplearía un toile. La habitación tenía una arquitectura algo complicada, así que la cubrimos de estampados para disimular ciertos detalles incómodos».
SALA DE ESTAR FAMILIAR
Un espacio íntimo para relajarse y desconectar.
Como la casa original no contaba con una zona donde la familia o los invitados pudieran reunirse en un ambiente más distendido, Jenkins decidió prescindir del garaje de dos puertas y convertirlo en un auténtico salón familiar. «Aunque no supone una ruptura total con la sensación general de la casa principal, esta estancia adquirió un aire más profundo e íntimo», comenta Jenkins. «El suelo de roble y el mobiliario contemporáneo ayudaron tanto a diferenciarla como a integrarla con el resto de la vivienda».
BAÑO PRINCIPAL
Jenkins añadió aquí y allá un toque ligero.
Gran parte del baño principal era anterior a la llegada de Jenkins, pero sí añadió un elemento clave: las cortinas. «Realmente hacen que el espacio se sienta un poco más acogedor y menos frío», señala.
Sobre el interiorista
Jay Jenkins ha sido un miembro fundamental de la comunidad del diseño desde que obtuvo su título en el Maryland Institute College of Art en 1984. Trabajó en algunas firmas pequeñas a lo largo de los años hasta principios de la década de 1990, cuando se incorporó a la entonces Alexander Baer Associates. En 2006 compró la empresa, la dirigió durante más de una década y luego la vendió a otro diseñador de la firma. Sigue trabajando allí, aunque ahora tiene un nombre diferente: Crosby Jenkins Associates. A lo largo de su carrera, Jenkins ha completado cientos de proyectos por todo el mundo.
