En un rincón privilegiado del País Vasco, rodeado por la naturaleza intacta del Valle de Oma y protegido por la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, se alza un caserío con más de tres siglos de historia. Este baserri bifamiliar, símbolo de la arquitectura rural vasca, ha sido objeto de una intervención arquitectónica –a cargo del estudio BAT Architecture– que honra su legado mientras lo proyecta hacia el futuro.

El proyecto aborda la rehabilitación integral de una de las dos viviendas que conforman esta construcción simétrica. Se trata de una casa de campo tradicional que ha resistido al paso del tiempo con una dignidad silenciosa, custodiando entre sus muros de carga de piedra y vigas centenarias la memoria viva de la cultura rural vasca. Gracias a una intervención precisa y respetuosa, se transforma hoy en un hogar contemporáneo sin renunciar a su esencia. Acompáñanos a descubrirlo.

caserío vasco rehabilitadopinterest
Aitor Estevez

La rehabilitación parte de un principio fundamental: preservar el carácter vernacular del edificio mientras se mejora su comportamiento térmico, su funcionalidad y su relación con el entorno. Para ello, se ha llevado a cabo una restauración integral de la estructura: los elementos más deteriorados han sido sustituidos por otros realizados con madera autóctona de la época, previamente almacenada en el propio caserío.

La fachada principal, de mampostería, se ha restaurado cuidadosamente, al igual que los recercados de piedra caliza rosa de Ereño, las vigas, los pilares y parte de los forjados originales. Los nuevos elementos constructivos se han resuelto con madera de roble y pino de origen local, respetando así la coherencia material del conjunto.

fachada de piedra y ventanal de doble alturapinterest
Aitor Estevez

La intervención más representativa se produce en la fachada lateral, donde se ha abierto un hueco de gran formato (3,20×4,30 metros) que conecta visualmente el interior del nuevo salón principal, ahora a doble altura, con el entorno natural del Bosque de Oma. Este gesto, valiente y contenido a partes iguales, rompe con la tradicional opacidad de los caseríos, cuyas fachadas estructurales apenas permitían aperturas, y redefine la experiencia de habitar en clave contemporánea.

salón con arco de piedra y ventanal con vistas al bosquepinterest
Aitor Estevez

En el interior, la reorganización espacial se ha planteado con un profundo respeto hacia la lógica constructiva original, limitando las transformaciones únicamente a aquellas que mejoran el confort y la calidad de vida sin comprometer la estructura del edificio. El salón es ahora un amplio espacio abierto y diáfano que prioriza las vistas al exterior a través de un ventanal de doble altura que enmarca el paisaje.

salón con doble alturapinterest
Aitor Estevez
salón con arcos de piedra y biblioteca el fondopinterest
Aitor Estevez
arcos de piedra y librería al fondopinterest
Aitor Estevez

La paleta de materiales del interior se define por tonos claros que contrastan con las vigas y muros originales, con el objetivo de amplificar la luz natural. Se incorporan estándares contemporáneos como suelo radiante, mejoras en la envolvente térmica e instalaciones renovadas, siempre en diálogo con elementos tradicionales como las paredes de piedra o las carpinterías en madera de roble. Se trata de una fusión sutil entre pasado y presente, en la que la historia del lugar se adapta a los usos y necesidades del presente. En este sentido, uno de los espacios más destacados del nuevo diseño es la biblioteca que aguarda tras los arcos de piedra, compuesta por cubos de pared a pared y suelo a techo.

escalera de madera y techo con vigas vistaspinterest
Aitor Estevez
salón con sofá y pared de piedrapinterest
Aitor Estevez
dormitorio con armario blanco y techo con vigas vistas de maderapinterest
Aitor Estevez
sala abuhardillada con cuadros en la paredpinterest
Aitor Estevez

Este proyecto demuestra que tradición y modernidad no son conceptos opuestos, sino aliados cuando se trabajan con rigor, sensibilidad y visión. La rehabilitación del caserío Oma Baserria no es solo una obra arquitectónica; es un manifiesto sobre cómo habitar la memoria desde el presente, sobre cómo renovar sin borrar, proyectar sin desarraigar.

Proyecto e información: BAT Architecture.

Headshot of Aránzazu Díaz Huerta

Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.

Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.

Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.

Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).