- Reformas en casa: los 25 antes y después más impactantes
- Los 40 pisos pequeños de menos de 50 metros más bonitos
- 55 ideas para decorar un piso pequeño con estilo y encanto
Con un estilo clásico-moderno en el que priman los tonos neutros en sintonía con la calidez de la madera, abundante luz natural y una distribución que se adapta a las necesidades de la pareja propietaria, este piso de tan solo 70 metros cuadrados ubicado en Orozko, Vizcaya, rebosa encanto y elegancia en cada rincón. La responsable del proyecto y amiga de la pareja desde la infancia, Laura Lapetina, lo explica así: ''Los clientes querían conectar la cocina y el salón-comedor, de manera que se pudiera cerrar puntualmente para evitar el paso de los olores; conseguir más almacenaje; reducir el pasillo; y mantener los dos dormitorios tratando de ganar más espacio de almacenamiento''.
La vivienda presentaba inicialmente una distribución tradicional con recibidor, cocina, salón-comedor, aseo, baño principal y dos dormitorios. La primera intervención, y también la más destacada, fue la integración de la cocina y el salón-comedor mediante un cerramiento de cristal con perfiles de roble blanco americano. ''Cuenta con una puerta corredera que se oculta en el tabique, permitiendo así crear un espacio único cuando está abierta y separar ambientes cuando se cocina para evitar olores y ruidos'', comenta.
La cocina, con muebles blancos con molduras de corte rústico y tiradores y pomos en oro envejecido, acordes a los apliques de luz de Liderlamp, dispone de una barra de desayunos con taburetes y espacio de almacenaje extra bajo el ventanal. De este modo, la pareja puede tomarse el café de las mañanas contemplando el salón. Tanto la encimera como el frente de cocina se han revestido con un porcelánico Dekton que imita el mármol, con piezas completas para preservar el patrón del material. Aunque, sin duda, gran parte del protagonismo se lo lleva la campana extractora, diseñada ad hoc por Laura Lapetina. En cuanto al suelo, se optó por un porcelánico en tono neutro en formato panal de abeja.
''La clienta quería una cocina grande y con mucho almacenaje dentro de lo posible, sin renunciar a la campana decorativa, que es la pieza clave, junto con los dos apliques que la rodean'', indica la interiorista.
El salón-comedor se articula en torno a una mesa de comedor redonda y extensible, complementada con unas sillas de ratán de Taller de las Indias y una lámpara suspendida a juego, con pantalla de pétalos de ratán. En la pared, un par de ilustraciones con motivos botánicos a todo color da un punto de alegría. A su lado, un divisor de ambientes formado por listones de roble blanco americano, separa el espacio de la zona de paso.
En la zona de estar, dos sofás de Kenay Home en color beige, rodean una mesa de centro cuadrada de madera. Enfrente, un aparador rústico de Vical Home en blanco decapado, acapara toda la atención.
Para el suelo de toda la casa, salvo la cocina y el baño principal, se optó por un parquet en espiga de la casa Berri Allock.
En el recibidor, se diseñó una cómoda de madera a medida por Portales Ocho, que impone con sus aires rústicos y elegantes. Sobre la cómoda, se situó un espejo tipo ventana de Sklum que maximiza la sensación de amplitud, y en las paredes, se integraron con sutileza unos apliques.
En el dormitorio principal se elaboró un friso lacado a modo de cabecero de pared a pared y se añadieron mesillas de la firma Crisal en madera con apliques de Liderlamp. La pintura, aplicada con técnica a la cal por expreso deseo de la propietaria, aporta textura y un toque rústico. A los pies de la cama, un banco zapatero de Taller de las Indias.
''Buscábamos un dormitorio que llamase a la calma, con tonos muy suaves, mezclando maderas y lacas'', declara Laura Lapetina.
Para el baño de la suite, la interiorista apostó por el binomio blanco y negro, con un suelo en mosaico y azulejos blancos en espiga para las paredes. Los detalles en negro, como la mampara y las griferías, agregan un toque de sofisticación contemporánea a este espacio de intimidad.
Sin necesidad de modificaciones estructurales drásticas, la vivienda ha ganado fluidez, espacio de almacenaje y un estilo impecable.
Proyecto e información: Cortesía de Laura Lapetina Interiorismo.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).