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El vidrio no suele ser el material más común en una vivienda urbana del sur de Vietnam, ni en general en muchas geografías, pero en este caso se convierte en el hilo conductor de todo el proyecto. Con una superficie construida de 465 metros cuadrados, la Crystal Pavilion House, diseñada por DA VÀNG studio, explora una idea poco habitual en su contexto: un volumen esculpido con más de 3.000 ladrillos de vidrio que actúan como piel arquitectónica, regulador climático y filtro visual, todo a la vez. “La casa está diseñada con base en la filosofía de conectividad espacial y de iluminación, creando una armonía entre la arquitectura y la naturaleza mientras asegura privacidad y comodidad moderna”, explican desde el estudio. Este planteamiento guía la distribución, el sistema constructivo, los materiales y hasta los más mínimos detalles interiores, que se adaptan a una vida familiar íntima pero integrada con el entorno.
Ubicada en Tra Vinh, una ciudad situada en el delta del Mekong, la casa se organiza como una sucesión de capas superpuestas: una fachada translúcida que filtra la luz, un sistema de jardines interiores, y una secuencia fluida de estancias conectadas visual y espacialmente. Lejos de cerrarse al exterior, la casa propone un gesto radical de apertura y transparencia, sin sacrificar la eficiencia energética ni la privacidad. Para conseguirlo, los arquitectos optaron por un sistema envolvente de ladrillos de vidrio dispuesto en una forma curva, cuya ejecución supuso un reto técnico notable. “La conformación de la fachada curva con más de 3.000 ladrillos de vidrio presentó varios desafíos, que requirieron alta precisión en la ejecución estructural y técnicas de ensamblaje para asegurar tanto la estética como la seguridad”.
El resultado es una estructura que, además de singular a nivel visual, responde con eficacia al clima cálido y húmedo del sur de Vietnam. Para controlar la temperatura interior, se incorporaron una gran claraboya de varios niveles y un sistema de circulación natural del aire. Ambos elementos permiten mantener el equilibrio térmico sin depender exclusivamente de sistemas mecánicos. La ventilación cruzada, la orientación de los volúmenes y el uso de materiales con propiedades térmicas específicas contribuyen a una estrategia pasiva de control ambiental.
Uno de los aspectos más interesantes del proyecto es la integración entre la arquitectura y la vegetación. El diseño se inspira en los principios de la arquitectura orgánica y plantea una relación directa entre los espacios habitables y la naturaleza. En palabras del estudio: “El sistema verde actúa como un sistema de microclima, regulando la temperatura, purificando el aire y proporcionando un ambiente relajante para el propietario”. Este sistema se despliega en diferentes puntos del interior: desde un jardín vertical en doble altura hasta una zona de vegetación junto al comedor y la cocina, visible desde todos los ángulos de la planta baja.
La zona más privada de la vivienda también incorpora elementos naturales, pero con un enfoque más introspectivo. Las habitaciones, revestidas en tonos neutros y texturas suaves, contrastan con la riqueza material de las zonas comunes, donde la piedra natural, el vidrio y la madera generan un ambiente cálido pero sofisticado. La circulación vertical se resuelve con una escalera ligera que conecta las diferentes plantas sin obstruir el flujo visual ni la ventilación.
El jardín en la azotea, además de ser un remate paisajístico del conjunto, cumple un papel activo en el sistema ecológico del edificio. Su diseño presentó nuevos retos: “Diseñar el jardín en la azotea también implicó desafíos relacionados con la capacidad de carga estructural, los sistemas de drenaje y la selección de especies adecuadas para sostener un ecosistema estable”. Esta intervención contribuye al confort interior y convierte a la vivienda en un modelo replicable de diseño sostenible en contextos urbanos densos. El proyecto crea un entorno de vida tranquilo, curativo y sostenible, una solución arquitectónica ideal que se alinea con la tendencia de vida ecológica y fomenta una fuerte conexión con la naturaleza en entornos urbanos modernos.