A primera vista, parece imposible que una vivienda de apenas 40 metros cuadrados pueda albergar todas las funciones de un hogar sin sensación de agobio. Sin embargo, al cruzar el umbral de este apartamento en la calle del Conde de Xiquena, en el barrio madrileño de Justicia, queda claro que la escala de un espacio no depende tanto de sus dimensiones como del ingenio aplicado a su diseño. La arquitecta Carolina Sorgi ha transformado lo que era un conjunto de habitaciones pequeñas y techos bajos en un estudio de un solo ambiente que rezuma luminosidad y confort. La clienta, con un profundo conocimiento y aprecio por el barrio de Justicia, mostró un interés inmediato al conocer la ubicación del inmueble. ''Se trata de un edificio construido en el año 1900 que conserva su elegante fachada clásica y representativa'', explica Carolina Sorgi.

La vivienda, muy compartimentada y con techos bajos, presentaba una distribución anticuada que desperdiciaba el potencial del espacio, así que la arquitecta optó por derribar todas las paredes para crear una distribución diáfana que multiplicara la sensación de amplitud.

cocina blanca abierta con isla central y taburetespinterest
Belén Imaz

La reforma fue integral, demoliendo el 100% de la estructura interior para reinventar el espacio desde cero. Uno de los principales objetivos era ganar altura en toda la vivienda, aprovechando las posibilidades estructurales y arquitectónicas existentes para crear esa sensación de amplitud tan necesaria en un espacio tan reducido como este.

cocina con islapinterest
Belén Imaz

La estrategia de diseño se centró en generar zonas diferenciadas pero conectadas visualmente dentro de la distribución abierta. ''Queríamos crear algo similar a una gran suite de hotel, pero adaptada a las exigencias de la vida diaria'', comenta la arquitecta.

cocina abierta al salónpinterest
Belén Imaz

El elemento principal del estudio es, sin duda, la imponente biblioteca que funciona como separador entre el salón y el dormitorio. Esta pieza, diseñada a medida, cumple una doble función: divide visualmente los espacios sin necesidad de paredes y proporciona un generoso almacenaje.

salón con sofá, mesa de centro, mesas auxiliares, butaca y puf con diseño curvopinterest
Belén Imaz
salón con estantería como divisor de ambientespinterest
Belén Imaz

''El diseño personalizado de esta librería incorpora zonas de almacenamiento, áreas ciegas y espacios vacíos, potenciando la sensación de amplitud y luminosidad''. La biblioteca permite el acceso fluido entre ambas zonas y, con gran sentido práctico, integra televisores en ambos lados, uno orientado hacia el salón y otro hacia la zona de descanso.

salón con estantería como divisor de ambientespinterest
Belén Imaz
estantería divisoria de ambientespinterest
Belén Imaz

Otro punto destacado de la reforma fue la ubicación estratégica de las áreas sociales y privadas. Tanto el salón como el dormitorio se dispusieron en la fachada que da a la calle para aprovechar los dos balcones existentes, que llenan de luz natural el interior a lo largo del día (el apartamento está en un tercero). Esta abundante iluminación, combinada con una paleta de colores claros –principalmente beige y terracota– amplifica visualmente el espacio y concibe una atmósfera cálida y acogedora. Los tonos neutros se usan estratégicamente en muebles, textiles y paredes para generar un ambiente relajante y cohesivo que fluye de una zona a otra sin interrupciones visuales.

estantería divisoria de ambientespinterest
Belén Imaz

Los materiales también juegan un papel fundamental en la percepción del espacio. El suelo de madera de roble natural, de SAVIA Woods, dispuesto en espiga, aporta calidez y textura mientras contrasta con los revestimientos de piedra utilizados en zonas como paredes y encimeras, creando un equilibrio entre lo clásico y lo contemporáneo.

El uso estratégico de la luz, las estanterías abiertas y los elementos de diseño minimalista han contribuido a iluminar el interior y a realzar su sentido de la escala. Los techos, anteriormente bajos, se han elevado visualmente mediante ingeniosos ajustes arquitectónicos, que incluyen el uso de colores claros y líneas verticales que dirigen la mirada hacia arriba.

cama con cabecero beige acolchadopinterest
Belén Imaz
cama con cabecero beige acolchado y estantería divisoria de ambientespinterest
Belén Imaz

En esta distribución abierta y fluida, el único espacio completamente cerrado es el que alberga el baño y el vestidor. Una piel de madera lacada forma este volumen, que se integra perfectamente con el resto de la vivienda gracias a su diseño minimalista y sus líneas limpias.

La madera lacada se conecta con otros elementos de madera presentes en el piso, creando una continuidad visual que refuerza la sensación de unidad.

vestidor abierto al bañopinterest
Belén Imaz

El mobiliario, cuidadosamente seleccionado, completa la transformación de la pequeña vivienda. Varias de las piezas fueron hechas a medida, como la isla de la cocina, la librería, la cama y el cabecero.

''Todos los muebles fueron elegidos o diseñados por el estudio. Sin embargo, siempre se trabajó en conjunto con la clienta para que cada elección fuese de su agrado'', destaca la arquitecta.

mueble de baño blanco voladopinterest
Belén Imaz

Con este proyecto de reforma e interiorismo, Carolina Sorgi ha concebido un estudio de estilo contemporáneo muy funcional, perfecto para destinar al alquiler, ya sea de larga estancia o vacacional.

Proyecto e información: Cortesía de Sorgi Studio.


Headshot of Aránzazu Díaz Huerta

Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.

Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.

Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.

Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).