- Una casa de campo familiar de estilo rústico con inspiración escandinava que apuesta por lo artesanal
- Hemos encontrado la casa de pueblo más bonita del verano 2025 en el Delta del Ebro
- Cómo un interiorista transformó una vieja casona del siglo XVI en una casa de pueblo llena de color
Dicen que Es Cubells, en la escarpada costa sur ibicenca, esconde refugios mimetizados con el paisaje como Villa Infinity, una tradicional finca escondida entre las impresionantes formaciones rocosas rojizas y el azul del mar. El lugar, a salvo del bullicio, respira la calma que dan la belleza, el orden y la naturaleza.
"Cuando comenzamos a trabajar en la renovación de la propiedad, tuvimos que transformar una casa principal, piscina y bungalow, en un lugar para vivir a diario, pero que estuviera en plena conexión con el paisaje y la naturaleza y que propiciara una convivencia social fluida, un concepto hedonista muy ibicenco", cuentan desde K-Studio, responsables del proyecto. A pesar de su ubicación privilegiada, con vistas al horizonte infinito sobre el mar y las Pitiusas, la casa requería una puesta al día para acoger a una pareja joven con hijos, y poder disfrutar de un estilo de vida contemporáneo, pero acorde con la autenticidad de la isla. Villa Infinity es hoy un hogar que refleja el carácter hospitalario de sus dueños, su elegancia y su amor por la artesanía, el entorno, el arte, el confort y lo bello. K-Studio, siempre en estrecha colaboración con los propietarios, reinterpretó su historia y cambió la percepción del espacio, para convertirlo en un lugar que agrupa con armonía las áreas sociales de la casa, que se prolongan hacia patios al aire libre para fusionarse con la naturaleza circundante.
La entrada se rediseñó a resguardo de una extensa pérgola de madera. Este umbral, presidido por un olivo tallado que surge de un espejo de agua poco profundo, culmina con la apertura de unas puertas pivotantes que conducen al interior. Planta baja y superior, más un anexo cercano a la piscina, albergan hoy zonas comunes, cocina y salón suite principal, habitación infantil y cinco habitaciones para invitados. La escalera central que conduce a la planta superior se remodeló en forma de caracol y hoy es la rotunda protagonista de un interiorismo relajado.
Zonas de descanso y un gimnasio al aire libre integrados en recintos de piedra o bajo pérgolas, son otros espacios de una casa que fusiona vida y disfrute. En el jardín, la piscina, al fondo de la finca, une lámina de agua y vistas. Materiales naturales, trabajados por artesanos locales, conviven con otros de manufactura moderna. ¿La joya de la casa? La terraza-azotea de la suite principal, con vistas al mar y un exuberante jardín donde contemplar el cielo estrellado de las cálidas noches ibicencas.
Entrada y gran cocina abierta
Al atravesar las puertas pivotantes escultóricas de la entrada, se accede a la cocina, semi exterior, que ocupa el espacio del antiguo garaje de la casa. Hoy se ha transformado en un patio minimalista, con un olivo centenario recortado en el corazón de un estanque de poca profundidad, decorado con piedras japonesas.
La simplicidad, el uso de materiales autóctonos y los tonos naturales facilitan la transición interior-exterior, conformando una atmósfera única.
Salón interior
El salón está presidido por un mural de Olivia Cognet. La mesa y el aparador de madera son de Pierre Augustin Rose. Los candelabros los diseñó Sophie Dries (Soleille Gallery). Sofá Camaleonda, de Mario Bellini (B&B Italia); cojines, de Élitis, y alfombra, de Nordic Knots. Sobre la mesa de centro, escultura de Pilar de Arino.
Zonas de exterior
Los propietarios recurrieron al talento de los paisajistas Martin Toilmil y Romain Arnold para crear una fusión armoniosa entre la vegetación y la arquitectura de la finca.
Reinterpretada con materiales naturales que respetan la estética de la villa, esta terraza, bordeada de cactus, se pinta de tonos terracota y rojos especiados.
Comedor In&Out
En el comedor, solado con losetas irregulares de piedra de la zona, y a medio camino entre exterior e interior, destaca una mesa rectangular realizada a medida y diseñada por Bella-Pia Richard; las sillas son de Brdr. Krüger.
El toque natural más auténtico lo ponen las lámparas artesanales de terracota y yute, creadas por el artista griego David Papapoulios.
Zona relax
Bajo un techo abovedado realizado a la manera tradicional, se ha organizado un salón de lectura en estilo "conversation pit", hundido y envolvente, que estimula la conversación y la reunión, y también los momentos de lectura en solitario y los instantes de reflexión. Destacan una lámpara escultórica de Elisa Uberti y una escultura luminosa en vidrio, prototipo de Gabriela Soleille (Soleille Gallery).
Escalera escultural
La escalera monumental de la casa es uno de los elementos que imprime carácter y belleza a la vivienda. Fue diseñada en espiral por K-Studio, y conduce a los espacios de descanso. Los muros gruesos y su color blanco cal le dan el aire mediterráneo, al tiempo que realzan volúmenes.
Una claraboya superior le da claridad y va gestionando la luz natural del espacio en los diferentes momentos del día.
Dormitorio principal
Tras los muros de piedra de marés, la habitación principal, con techos de madera, como una casa aislada del resto.
La terraza de la habitación principal es un refugio protegido entre la roca, que mira al mar.