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Lo que en su origen era una casa anticuada y llena de problemas estructurales ha encontrado una nueva vida bajo la mirada del estudio Heirloom Projects, que ha logrado transformar esta vivienda en un refugio de elegancia parisina con un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo contemporáneo. Ubicada en Burnaby, un barrio a las afueras de Vancouver, esta casa de los años 80 ha sido sometida a una meticulosa renovación en la que se han conjugado elementos tradicionales, como molduras dentadas, medallones de techo y carpintería a medida, con materiales modernos como el mármol Arabescato Corchia, suelos de roble y papel pintado de fibras naturales. “Vi el potencial de inmediato; era un diamante en bruto”, explica Jaclyn Pett, diseñadora de interiores y fundadora de Heirloom Projects.
Sin embargo, antes de poder dar rienda suelta al diseño, el equipo tuvo que abordar una serie de problemas graves, como filtraciones de agua desde un balcón superior, un sistema de calefacción defectuoso y una terraza en estado de descomposición. Uno de los mayores desafíos fue la zona posterior de la casa, donde un mirador semicircular originalmente concebido como un rincón de desayuno en la cocina estaba generando múltiples complicaciones. “Una vez que eliminamos esa estructura y alineamos la parte trasera de la casa, pudimos incorporar grandes puertas de cristal, y ahí es cuando el diseño realmente comenzó a cobrar sentido”, explica Pett.
Los propietarios, una familia de cuatro miembros, querían un hogar que reflejara su historia y se adaptara a su forma de vida. De origen taiwanés, emigraron a Canadá en su adolescencia y buscaban una casa cálida y acogedora en la que poder recibir con comodidad a familiares y amigos en estancias prolongadas. Inspirándose en la elegancia atemporal de los apartamentos parisinos, el equipo de diseño logró fusionar lo clásico con lo moderno, cuidando cada detalle con minuciosidad. “Nos centramos en la fusión de lo nuevo y lo antiguo, incorporando elementos tradicionales como medallones de techo y molduras dentadas, mientras prestábamos especial atención a cada detalle”, añade Pett.
Uno de los aspectos clave del diseño ha sido la paleta de colores. Situada en un vecindario donde algunas propiedades completamente asfaltadas carecen de vegetación, se buscó crear un ambiente luminoso y acogedor en su interior. “Elegimos un blanco cálido como color principal, con un tono topo en la cocina para añadir profundidad”, explica la diseñadora. Además, se añadieron notas de un marrón chocolate intenso en el despacho de la propietaria y en el sótano, así como acentos en la lavandería, generando una sensación de continuidad y cohesión en toda la casa.
La vivienda, de 390 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, ha sido completamente reorganizada para maximizar el espacio sin perder la calidez de un hogar. La planta principal, anteriormente compartimentada en pequeñas estancias, se ha abierto para favorecer la conexión visual y la fluidez entre los espacios. Ahora cuenta con dos despachos, un aseo de invitados, un comedor, una sala de estar y la cocina, que se ha convertido en el corazón de la casa. En la planta superior se encuentra el dormitorio principal con vestidor y baño en suite, dos dormitorios adicionales que comparten un baño y una cuarta habitación con su propio baño privado. El sótano alberga una quinta habitación, un baño completo, un amplio espacio de ocio con bar y una lavandería.
Para aportar una sensación de lujo discreto y duradero, el equipo seleccionó materiales de alta calidad con una estética atemporal. “Queríamos que la casa transmitiera una sensación de lujo sin esfuerzo, con acabados que resistieran el paso del tiempo”, comenta Pett. El mármol Arabescato Corchia se ha utilizado en varias superficies, incluyendo la encimera de la cocina y el lavabo flotante del aseo, que se complementa con un espejo antiguo a medida y un papel pintado de fibras naturales en un tono gris profundo. Los suelos de roble aportan calidez y contraste, mientras que los muebles hechos a medida refuerzan la armonía del diseño. Además, soluciones de almacenamiento inteligente han sido clave para mantener los espacios despejados y reforzar la sensación de calma.